tag:blogger.com,1999:blog-7616034746257190732024-02-02T14:09:10.153-08:00lugares e historiasA los guías de turismo la profesión nos permite conocer relatos vinculados a los lugares que visitamos porque siempre, mal que mal, tenemos que hacer una investigación sobre cada sitio.
La idea del blog es compartirlos, principalmente los de la ciudad y la provincia de Buenos Aires.
No para contar toda la historia de cada lugar, pero sí con la idea de contar una historia.Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.comBlogger17125tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-26471744414033812332014-02-03T07:48:00.000-08:002014-02-03T07:51:10.217-08:00Chascomús, Provincia de Buenos Aires<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="color: #365f91; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: accent1; mso-themeshade: 191;">La teletransportación
en la ruta 2<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Allá por 1968, un
Peugeot 403 que circulaba por la ruta 2 cerca de la laguna de Chascomús, se vio
envuelto en una densa niebla, desapareció y ¡apareció en México! Así al menos lo había informado el diario La
Razón. Varios medios de entonces reprodujeron y ampliaron la noticia, hasta
convertirla en el caso más importante a nivel mundial para las revistas especializadas
en OVNIS. La escalada de rumores y la
repercusión internacional obstaculizaron la resolución del asunto. El misterio se develó casi tres décadas más
tarde, a mediados de los años noventa.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Para
la opinión pública, todo comenzó el 3 de junio de 1968, cuando el diario La
Razón publicó un artículo titulado <i>Qué es
esto</i>. Allí se contaba que el matrimonio Vidal, que había salido de
Chascomús rumbo a la localidad de Maipú a bordo de su Peugeot 403, luego de
entrar en un denso banco de niebla en la ruta 2, había perdido el conocimiento
y despertado en una carretera secundaria de México, con auto y todo, aunque
éste estaba un poco chamuscado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Según
la publicación, los Vidal habían salido junto con otro matrimonio, que iba en
un auto que los precedía. Este matrimonio llegó a Maipú, y ante la demora de
los Vidal, comenzó la búsqueda desandando el camino: nunca los encontraron. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Recién
dos días más tarde, unos amigos de la pareja desaparecida recibieron una
llamada desde México, diciendo que estaban bien y regresarían en avión. El
artículo de <i>La Razón</i> señalaba que el
señor Vidal, al regresar, les había contado a sus familiares lo sucedido: al
despertar en México sus relojes no funcionaban, “<i>pero por un calendario comprobaron que hacía 48 horas que faltaban del
camino, desde el momento en que habían entrado en el banco de la misteriosa
niebla”</i>. También, según el diario, los familiares de Vidal decían que éste
había contado que la llamada se había realizado “<i>desde el consulado argentino en la capital azteca”</i>, y que “<i>el automóvil fue trasladado a un laboratorio
de los Estados Unidos para su posterior investigación; a cambio, se les entregó
uno nuevo</i>”. Obviamente, tanto los estadounidenses como el consulado les
habían pedido estricta confidencialidad ante la gravedad del caso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Los
diarios <i>La Nación</i>, <i>La Capital</i> de Mar del Plata, y <i>La Mañana</i>, comenzaron a publicar
artículos sobre el misterioso viaje de los Vidal. El caso llegó a la radio y la
tele, y las revistas de OVNIS le dieron fama mundial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Teletransportación<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Contribuyó
a esto que la teletransportación atravesaba su mejor momento en la literatura
de ficción científica y en las series de televisión. Años antes, por ejemplo, se había publicado <i>El hombre no teletransportado</i>, de Philip
Dick, relato en el cual esta tecnología, más rápida y barata que los viajes en
naves espaciales, no carecía sin embargo de inquietantes efectos secundarios.<o:p></o:p></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQHvgVearjlF_uyzvbXWM598DmWso-TAcLLCYN2h3wVbQnHYfZr2wr4GnenwkCGsgNOP57zMDibKg4DNN5qrANSG-IaUyRnwLk6w9s11LH8HzMl6fJR2vtiFv7vryNszuRuCT5ib_v7NU/s1600/Che_OVNI-706312501-large.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQHvgVearjlF_uyzvbXWM598DmWso-TAcLLCYN2h3wVbQnHYfZr2wr4GnenwkCGsgNOP57zMDibKg4DNN5qrANSG-IaUyRnwLk6w9s11LH8HzMl6fJR2vtiFv7vryNszuRuCT5ib_v7NU/s1600/Che_OVNI-706312501-large.jpg" height="320" width="213" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Afiche de la película de Uset</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Y
en la tele estaba el capitán Kirk, junto al Sr. Spock y sus compañeros de Viaje
a las Estrellas, que se teletransportaban todo el tiempo para descender en
planetas desconocidos y visitar otras naves; pero también, uno suponía, en la
vida cotidiana para buscar una llave inglesa del depósito e incluso para ir al
baño en casos de apuro. Además estaba en su apogeo la difusión de fenómenos
OVNI, que acompañaban el auge de los relatos de ficción que hablaban de
invasiones alienígenas y contactos con seres de otros planetas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Rumores<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Lo
que nunca deja de estar de moda es la propagación de rumores. Y al publicarse
este tipo de historias, siempre hay alguien que dice saber con certeza lo que
pasó dado que habló personalmente con un familiar, o con el vecino de un tío, o
con el mismo testigo, que le contó la verdad que los poderosos siempre quieren
ocultar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En
este caso, el fervor crédulo se adueñó en especial del corredor de la ruta 2,
desde Chascomús hasta Mar del Plata, dificultando todos los intentos de
desmentida. Al cónsul argentino en México nadie le creyó cuando afirmó (sin
mucha convicción, según el diario <i>La
Mañana</i>) que no conocía a ningún Vidal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">También
la persona que presuntamente había recibido el llamado desde México, el
escribano Martín Rapanelli, de Maipú, convocó a una conferencia de prensa en la
que dijo no conocer a Vidal, y desmintió el hecho. Pero los vecinos,
congregados en la calle, gritaban que el escribano mentía, según consignó otra
nota de <i>La Razón, </i>en la que se
afirmaba también que el notario estaba nervioso y que había incurrido en
contradicciones. Se mencionaba además que era la propia hermana de Rapanelli
quien lo contradecía, puesto que “<i>narró
el suceso en rueda de docentes”</i>. Incluso el comisario de Maipú contestaba a la prensa que
le habían ordenado investigar los hechos y pese a que no había hallado
evidencia, no lo descartaba porque, según dijo al mismo diario: “<i>en estos tiempos todo es posible</i>”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Todo
se basaba en testimonios de Vidal a presuntos familiares y allegados, pero ni
él ni la esposa aparecían. ¿Por qué? Porque, se decía, los gobiernos argentino,
mexicano y estadounidense habían decidido mantener estricto secreto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Hubo
más rumores. Según el relato inicial, la señora Raffo de Vidal, al retornar de
México, había sido internada en una clínica para reponerse del estado de crisis
nerviosa en que había quedado. Una publicación española le hace gritar con
desesperación a la señora Raffo: <i>“Pero,
entonces: ¿Qué han hecho con nosotros durante estos dos días? ¿En manos de qué
criaturas hemos estado?”</i> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">También
rumores escépticos. Según uno de ellos todo el asunto no había sido más que una
artimaña de la familia para ocultar que la señora Raffo de Vidal había estado
internada en un neuropsiquiátrico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Cuando
las investigaciones periodísticas parecían estancarse, apareció por fin el
testimonio de un testigo directo, o casi. Un joven se presentó en el programa más
visto de la televisión: <i>Sábados
Circulares de Mancera</i>. Dijo ser familiar directo de Vidal y confirmó todo
el relato. Se llamaba Juan Alberto Mateyko.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El caso se resuelve<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En
1996 el culpable terminó por confesar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">No
habían sido los extraterrestres, ni los yankees, ni el Señor Spock, sino un
director de cine; Aníbal Uset, con el objeto de promocionar su película <i>Che Ovni</i>. Contó con la complicidad del
periodista de espectáculos Tito Yacobson y del mencionado Mateyko, que era su
colaborador y hacía de extra en el filme, en el que los platillos voladores se recreaban
con dos budineras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El
argumento era terrible. Un cantor de tangos (interpretado por Jorge Sobral)
hace dedo en una ruta y lo levanta una rubia en un Peugeot. Luego del
inevitable encuentro amoroso de la incipiente pareja, un resplandor los
encandila y por alguna razón desnuda a la muchacha. Mientras tanto, el cantor
de tangos se duerme y al despertar comienza a conducir el vehículo, pero según
los carteles ya no está en Buenos Aires sino cerca de Madrid y la rubia ahora
es una morocha (Marcela López Rey) que en realidad es una alienígena disfrazada
de morocha argentina con lunarcito. Cuando un guardia civil lo detiene, el
argentino, canchero, no le cree que están en Madrid hasta que ve que justo pasa
un auto en el que viaja nada menos que Juan Domingo Perón (representado en el
filme por un cartón dibujado). Y eso es sólo el comienzo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">A
esta altura, tal vez parezca más inverosímil la película que la falsa historia
de los Vidal. Pero en este caso tenemos pruebas, ya que quedaron copias y a
veces hasta la emiten por canales de cable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="" style="clear: both; text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; text-align: justify;">Su director, Aníbal Uset, contó la verdad casi tres décadas después, ante el
investigador Alejandro Agostinelli. La idea de difundir el falso caso Vidal era
una estratagema publicitaria, por eso la coincidencia en el filme del fenómeno
de la teletransportación e incluso de la marca del automóvil.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/btofO6nq9Lg?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Sin
embargo, las repercusiones (a causa de los rumores y la amplificación de los
medios) fueron tantas y tan importantes, que en el momento fue imposible decir
la verdad. “Vino tanta gente a decirme que conocía al matrimonio Vidal que
empecé a dudar”, se justificó.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Y
tal vez lo más extraordinario de todo sea esta frase (que tanto nos dice sobre
el funcionamiento social de los rumores) confesada por el creador de la mentira:
“la confusión fue tan grande que llegué a pensar que nuestra historia coincidió con algo que había
pasado realmente”.<o:p></o:p></span></div>
Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-26260900562786828912013-11-27T14:17:00.000-08:002013-11-27T14:17:09.004-08:00Educación vial:<div style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Helvetica, Arial, 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;">
Respuesta de automovilistas ante un choque.</div>
<div style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Helvetica, Arial, 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Helvetica, Arial, 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;">
Si un automovilista se distrae y choca a un auto que está detenido, lo indicado es intercambiar los datos del seguro y seguir adelante, acaso también pedir disculpas. La frase sería:</div>
<div style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Helvetica, Arial, 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;">
-Perdón, ya te paso los datos.</div>
<div class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #333333; display: inline; font-family: 'Helvetica Neue', Helvetica, Arial, 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;">
Sin embargo estoy notando que en Buenos Aires se utilizan otras frases, que no contribuyen con eficiencia al objetivo de evitar problemas y seguir viaje, ni ayudan a la convivencia.<br />
Algunas que he escuchado son:<br />
<br />
-¡No te toqué! (frase futbolística).<br />
<br />
-¿Yo te hice eso? (dubitativa).<br />
<br />
-¡Ese bollo ya estaba! (acusatoria).<br />
<br />
-¡Frené justito! (justiciera).<br />
<br />
-¿Vos no frenaste de golpe? Ah, es que yo venía pensando en otra cosa (psicológica).<br />
<br />
-¡Manejo desde los 16 años! (informativa).<br />
<br />
-Dale que estoy apurado (imperativa).<br />
<br />
-¿Quién fue el que frenó adelante de todo? (cuasi metafísica).<br />
<br />
-¿Qué mirás, boludo? (retórica).<br />
<br />
-Sale con Autopolish (publicitaria).<br />
<br />
Esas escuché, pero seguro que hay más, porque el ingenio popular nunca descansa.<br />
<div>
<br /></div>
</div>
Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-56630600490738323722013-11-06T14:15:00.000-08:002013-11-06T14:53:06.848-08:00San Pedro, Provincia de Buenos Aires<div class="MsoNormal">
<span style="color: #4f81bd; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 16pt; line-height: 115%;">La batalla de Vuelta
de Obligado</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En un recodo del Paraná,
al norte de San Pedro, tuvo lugar en 1845 la batalla de Obligado. Allí las
fuerzas nacionales resistieron por casi doce horas a las escuadras más
poderosas del mundo. Cuando ya no les quedaban balas ni pólvora los argentinos
pelearon con armas blancas, pero fueron derrotados, dejando 250 muertos y unos
400 heridos. Para los invasores era el comienzo de la pesadilla que significó
su incursión por el Paraná. San Martín, al enterarse desde Europa, escribió su
conocida metáfora gastronómica según la cual “los argentinos no son empanadas que se comen sin
más trabajo que abrir la boca”.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">A
las cinco de la tarde, Juan Bautista Thorne dispara la última andanada con su
cañoncito, a orillas del Paraná. Casi al mismo tiempo explota cerca de él una
granada enemiga, que lo voltea. Enseguida se incorpora. “No ha sido nada”,
dice; adivinando la pregunta, porque en realidad no escuchará ya nada y para
siempre será recordado como <i>el “</i>sordo
de Obligado”. La artillería ya no contesta el fuego enemigo; por tres horas más
los criollos cargarán con lanzas y bayonetas, contra la metralla y cohetes de
los invasores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">A
las ocho de la noche, tras casi doce horas de batalla, los ingleses y franceses
ocupan la posición de las baterías argentinas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Obligado
ha caído.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Las vueltas de la
historia<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En
1828, bajo la influencia de Inglaterra nacía la República del Uruguay. Se
suponía que iba a ser un estado amigable con los ingleses, evitando de paso que
una federación de las provincias del sur ocupara ambas márgenes del Plata, pero
algunos uruguayos no adhirieron a la idea y resurgió aquel espíritu artiguista
de un territorio oriental que integrara una confederación suramericana.<o:p></o:p></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcwQ3nxiNqWXtkcJdizK7Re-9WO2lQJ2GZeahkWhEWc9WZvFZqOpMSUz759wYvQ6XgllkZWhgdJmwZfuCQgk7li1Z_4199Il-NUIpXpIP_Fh2a02h14snAwadZk90MOSLayvtiwldv0Po/s1600/25+VUELTA+DE+OBLIGADOc.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="203" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcwQ3nxiNqWXtkcJdizK7Re-9WO2lQJ2GZeahkWhEWc9WZvFZqOpMSUz759wYvQ6XgllkZWhgdJmwZfuCQgk7li1Z_4199Il-NUIpXpIP_Fh2a02h14snAwadZk90MOSLayvtiwldv0Po/s400/25+VUELTA+DE+OBLIGADOc.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vuelta de Obligado, pintura de Rodolfo Campodónico</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Así
fue que para 1845, el depuesto presidente uruguayo Oribe, aliado de Rosas y la
Confederación, reivindicaba esa tradición: con ayuda de tropas argentinas puso
sitio a Montevideo, reclamando poder culminar su mandato, del que había sido
despojado por la fuerza en 1838. La capital uruguaya, con mayoría de población
extranjera (vasco-franceses y argentinos eran predominantes), resistía con la
ayuda de la escuadra, infantería y financiación de Francia, que quería
establecer una ciudad-factoría en Montevideo.
Era un empate técnico: ni Oribe podía tomar la ciudad ni los
montevideanos imponerse en el resto del país.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">A
fin de desempatar –la definición por penales todavía no se había inventado-
Francia e Inglaterra decidieron establecer un bloqueo a la Confederación
Argentina para que cesara en su ayuda a Oribe. Claro que, más que un espíritu
deportivo, a los europeos los animaban otras intenciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Éstas
se conocen por documentos que se obtuvieron en Brasil, dado que el entonces
Imperio esclavista tuvo intenciones de participar en el bloqueo y por eso en
Río de Janeiro quedaron registrados los objetivos de la intervención. Los había
públicos y secretos; los primeros eran:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Defender
la independencia de la banda Oriental<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Defender
la independencia de Paraguay, y<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Acabar
con las guerras del Plata.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Sin
embargo, también había objetivos secretos, que eran:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l1 level1 lfo2; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Convertir
a Montevideo en una factoría comercial,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l1 level1 lfo2; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Obligar
a la libre navegación del Plata y sus afluentes (favoreciendo un monopolio de
hecho de los vapores británicos),<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l1 level1 lfo2; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Fijar
los límites del estado Oriental, del Paraguay y de un nuevo estado a crearse en
la Mesopotamia, y<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l1 level1 lfo2; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Deponer
a Rosas si éste no se allanaba a estos objetivos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Y
además de los objetivos, había otras motivaciones que tenían que ver con la
geopolítica. Por ejemplo, la conquista de Texas por parte de los
norteamericanos a expensas de México, hizo que Inglaterra perdiera esa zona
como productora de algodón para sus manufacturas. Esto podía compensarlo con
plantaciones en Corrientes y en el Paraguay, de paso lavando en el sur la
afrenta que significaba para Francia e Inglaterra su renuncia a enfrentar a los
Estados Unidos. En el caso de Francia, una motivación importante era más bien
psicológica, y tenía que ver con su chauvinismo<a href="file:///C:/Users/luis/Documents/lucho/WRITER/proyecto%20weblog/San%20Pedro.docx#_edn1" name="_ednref1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[i]</span></span><!--[endif]--></span></a>. Este se manifestaba en forma de arengas en el
parlamento por parte de burgueses que clamaban por victorias militares y
conquistas colonialistas que no necesariamente beneficiaban al país. Tal vez
influía en esta actitud el saber que no eran ellos los que iban a ir a una
eventual guerra. Animémonos y vayan, diría Jauretche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">La Batalla<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">La
flota que se adentraba en el Paraná constaba de noventa buques mercantes,
protegidos por once navíos de guerra franceses e ingleses, incluyendo tres
vapores y la fragata San Martín, tomada a las fuerzas argentinas en el Río de
la Plata.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/xzlyvVojLoo?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El
8 de noviembre de 1845 la escuadra entró en el Paraná Guazú y se detuvo cerca
de Ibicuy, al saber que estaban artillados los recodos de la Ramada, en el
Paraná Pavón, y de Obligado, en el Guazú. Siete días se quedaron allí
estudiando la situación, hasta que decidieron enviar la flota de guerra para
despejar el paso de la vuelta de Obligado. Llegaron en la tarde del 18. Dado
que el 19 llovió y la escuadra no podía distinguir la ubicación de las
baterías, el ataque comenzó el 20 de noviembre, a las ocho y media de la
mañana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En
Obligado, al norte de San Pedro, el río tiene unos 700 metros de ancho y un
recodo pronunciado. Allí, el General Mansilla había hecho tender tres cadenas
apoyadas en lanchones para dificultar el paso de los buques. Se habían
dispuesto tres baterías, con un total de treinta cañones; tres río abajo de las
cadenas, y una río arriba. Los cañones eran pequeños, de calibres que iban de 8
a 20, mientras que los de los invasores eran de 80. Había 160 artilleros y un
ejército de 2.000 hombres, entre fuerzas de línea y milicias. Para cuidar las
cadenas también estaba el bergantín <i>Republicano</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">La
<i>San Martín</i> se adelantó para cortar
las cadenas, pero fue alcanzada por varias balas de cañón de los defensores,
que le cortaron la cadena del ancla, logrando precipitarla río abajo con graves
averías.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Los
vapores intentaron entonces abrir el paso; fueron rechazados por el Republicano
mientras tuvo balas, pero luego del mediodía se quedó sin municiones y fue volado para que no cayera en poder del
enemigo. Basados en su poder de fuego superior, las naves invasoras causaron
muchas bajas entre los argentinos, sufriendo escasamente porque apenas eran alcanzadas por las balas de
los pequeños cañones de Obligado. Finalmente el segundo vapor logró cortar las
cadenas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Las
baterías argentinas siguieron disparando mientras tuvieron pólvora y balas; alrededor
de ellas quedaban los cuerpos de los artilleros que iban cayendo. Según los
partes, a las cinco de la tarde se dispararon las últimas, y lo que siguió fue
una carga desesperada de infantería con armas blancas contra los cohetes y
cañones con metralla, que protegían el desembarco de los ingleses y franceses. Estos últimos contaban con los modernos cañones-ubús
<i>Paixhans</i>, que combinaban velocidad,
precisión y carga explosiva, constituyendo un arma decisiva para la época, ya
que tornaba estéril la carga de formaciones tradicionales de infantería, lo que
originó a posteriori la era de la guerra de trincheras. También usaron cohetes
a la <i>Congreve</i>, que habían descubierto
y perfeccionado los ingleses, ya que en la guerra en India habían sido atacados
con una especie de cañita voladora. En el caso de la Vuelta de Obligado, éstos
tenían carga incendiaria o de metralla.<o:p></o:p></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_Iff0azKIGMskIbG6xw6vZRyxwEgjEhBqdSByFNeClI5VxtMKR1kbA5s3ZGJo7uzJDrx3HauoS6-2IPhr_K2v96bMmV9fyuF0XyksJLyVkAOIO3KcPJxoGSR7gn01jMUOUgvZMSsV3n4/s1600/argentine1metro.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_Iff0azKIGMskIbG6xw6vZRyxwEgjEhBqdSByFNeClI5VxtMKR1kbA5s3ZGJo7uzJDrx3HauoS6-2IPhr_K2v96bMmV9fyuF0XyksJLyVkAOIO3KcPJxoGSR7gn01jMUOUgvZMSsV3n4/s400/argentine1metro.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estación del Metro de París, inaugurada bajo el nombre de Obligado</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Contra
este armamento, la carga a la bayoneta fue inútil, y terminó a las ocho de la
noche, cuando los confederados argentinos tenían bajas que representaban casi un
tercio de sus fuerzas, entre muertos y heridos. Los franceses se llevaron de
recuerdo algún viejo cañoncito de bronce y unas banderolas que consideraron
trofeo de guerra. Para satisfacer su orgullo, depositaron las banderolas junto
a la tumba de Napoleón en Los Inválidos. Una estación del metro francés recibió
luego el nombre de Obligado. Se cambió por la denominación actual de Argentina,
durante la visita de Eva Perón, cuando
desde estas pampas se proveía a la alimentación de los franceses en las duras
épocas posteriores a la segunda guerra mundial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Después de la batalla<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Las
tropas invasoras no la pasaron bien. Se produjeron otros enfrentamientos en
distintas posiciones fortificadas. En Tonelero, cerca de Ramallo, en San
Lorenzo, y en Quebracho, más al norte. Este último fue el más adverso para la
flota anglo-francesa: varios navíos de guerra fueron seriamente averiados, y
algunos mercantes se hundieron o se prendieron fuego.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Muy
poco pudieron vender –gran parte de la flota mercante abandonó ante los
primeros disparos y no remontó el Paraná- y sólo habían comprado yerba y
tabaco, que luego de la batalla de Quebracho, bajaban flotando por el río junto
con los cuerpos, según dejó redactado en
su parte el general Mansilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Los
comandantes de la invasión pidieron 10.000 ingleses y 10.000 franceses más para
continuar la guerra, pero las distintas circunstancias políticas en Europa
hicieron inviable la continuación de las hostilidades en el Plata y el Paraná. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Finalmente
se llegaría a la paz. Fue un resonante triunfo del dictador de la Confederación,
Juan Manuel de Rosas, que se hizo famoso
en el mundo y respetado como nunca en América por la defensa de la soberanía.
Incluso muchos de sus opositores y enemigos reconocieron la importancia de la
gesta. El unitario Martiniano Chilavert se puso a sus órdenes: “<i>el estruendo del cañón de Obligado resonó en
mi corazón; desde ese instante un solo deseo me anima; el de servir a mi Patria
en esa lucha de justicia y de gloria”</i>.
Seguiría hasta el final, y sería fusilado por Urquiza luego de la
batalla de Caseros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">San
Martín legó a Rosas el sable que lo había acompañado en la guerra de la
independencia. Desde Francia, escribió cartas que fueron publicadas en
periódicos franceses e ingleses –que financiaba Rosas- en las que explicaba que
sería muy difícil a un gran ejército europeo mantenerse en Buenos Aires, aunque
pudieran tomar la ciudad. Fue influyente porque su voz de estratega militar era
respetada también en Europa. En una carta que enviara a Rosas cuando el bloqueo
francés, excusaba a los europeos, “<i>pero</i>
–decía- <i>lo que no puedo concebir es el que
haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero
para humillar a su patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos
en tiempo de la dominación española, una tal felonía ni el sepulcro la puede
hacer desaparecer</i>”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #558ed5; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-style-textfill-fill-alpha: 100.0%; mso-style-textfill-fill-color: #558ED5; mso-style-textfill-fill-colortransforms: "lumm=60000 lumo=40000"; mso-style-textfill-fill-themecolor: text2; mso-themecolor: text2; mso-themetint: 153;">Fuentes<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">ROSA,
José María. <i>Historia Argentina. Tomo 5</i>.
Editorial Oriente. Buenos Aires. 1973<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">FONT
EZCURRA, Ricardo. <i>San Martín y Rosas</i>.
Plus Ultra. Buenos Aires. 1965<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportEndnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="edn1">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/luis/Documents/lucho/WRITER/proyecto%20weblog/San%20Pedro.docx#_ednref1" name="_edn1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[i]</span></span><!--[endif]--></span></a> Chauvin
era un sargento de Napoleón, que profesaba un culto fanático del ejército
imperial. Los burgueses que adoptaban posiciones bélicas en las que no iban a
participar, motivadas por un falso patriotismo, eran llamados <i>chauvinistes.</i><o:p></o:p></div>
</div>
</div>
Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-85787978840604338112012-10-31T09:59:00.000-07:002015-08-30T16:56:20.601-07:00Boca de la Sierra, partido de Azul<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: #0070c0; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 20.0pt; line-height: 150%;">Un malón de chatarra en el valle <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">En
el bello paraje de Boca de la Sierra una notable obra del artista Carlos
Regazzoni evoca los enfrentamientos entre cristianos y tribus de esa zona de
frontera que fue el Azul desde su fundación hasta la culminación de la llamada
conquista del desierto, en 1879.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNnCNu7jvmHN2PTWIYZTJLmoYZHSnYVpyHzk73uuPxu5QtC9gKZC6NWCqQQuZdWyRE5u9dfkIVrZvy4kBCb2yOC4j9b9HdsHRVpxdmauUgOWoF6EkMKP8E02ZJdyyXkXEPo0p_GHwvuTY/s1600/batalla.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="191" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNnCNu7jvmHN2PTWIYZTJLmoYZHSnYVpyHzk73uuPxu5QtC9gKZC6NWCqQQuZdWyRE5u9dfkIVrZvy4kBCb2yOC4j9b9HdsHRVpxdmauUgOWoF6EkMKP8E02ZJdyyXkXEPo0p_GHwvuTY/s320/batalla.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Desde la fundación del Fuerte Federación en 1832, el país
Azul fue lugar de contacto de la tribu del cacique Catriel con los cristianos
que allí se establecieron. Durante varias décadas se produjo en la zona un
intercambio cultural, económico y político entre ambos grupos. La impactante obra “El Malón”, de Carlos
Regazzoni, emplazada en el paraje Boca de la Sierra, hace referencia a un
aspecto de esas relaciones: la guerra, que como se sabe no es más que la
continuación de la política por otros medios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Para ver esta obra, erigida a base de chatarra, hay que
tomar desde Azul la Ruta Nacional 226 en dirección a Tandil y desviarse en la
provincial 30, la misma que lleva al Monasterio de los Monjes Trapenses. Una
vez que se llega al flamante parador Boca de la Sierra, en el lugar en que
comienza el cordón del Azul, perteneciente al sistema de Tandilia, se
distingue este conjunto escultórico, que
sorprende por su calidad y por su ubicación, tan apartada de los centros
poblados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgc5X5u-xxcSdsRRxnXKBdMMrw4zmRArTUZt8yCF2LeLKpo3Xo5Y0L-NSnE5hXlWW0oppa6huN3o8zhERvvOrcA1w6XvSoRmFYBh6FFrKV44J4S7WG7SIK80EbCwsg1Ev9D0lydldvohno/s1600/batalla4.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="191" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgc5X5u-xxcSdsRRxnXKBdMMrw4zmRArTUZt8yCF2LeLKpo3Xo5Y0L-NSnE5hXlWW0oppa6huN3o8zhERvvOrcA1w6XvSoRmFYBh6FFrKV44J4S7WG7SIK80EbCwsg1Ev9D0lydldvohno/s320/batalla4.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Representa una batalla entre indios y cristianos. A medida que uno se acerca al pequeño valle entre las sierras, a lo
lejos, se vislumbra una pelea de soldados
de línea con sus uniformes azules y sus fusiles, contra indios que arremeten
con sus lanzas. Hay escenas de violencia, degüello, caballos de carga, otros
animales que huyen espantados, un cañón. Pero visto de más cerca lo que llama
la atención son los detalles. Sorprende sobre todo reconocer los materiales
utilizados. Se distingue entonces que las crenchas al viento del indio amenazante
que se alza sobre su caballo, son en
realidad burletes de automóviles. Allí
se descubren escapes de motos, cuadros de bicicletas, engranajes que son ojos,
pernos que son los dedos de los pies que asoman de las botas de potro que
utilizaban ambos bandos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">El Azul de Catriel y la Gran Invasión<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Probablemente la obra de Regazzoni esté inspirada en la
gran invasión de 1875, durante la cual la ciudad de Azul fue sitiada por los
indios de Catriel y Namuncurá.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La dinastía de los Catriel era un grupo de los entonces
llamados Pampas, asimilados a la cultura
araucana y también influenciados por los cristianos con los que compartían la
frontera sur. Desde la Fundación del Fuerte Federación –antecedente de la
ciudad de Azul- en los tiempos de Rosas, la tribu de Juan Manuel Catriel -cuyo
nombre ya está influido por la cultura de los blancos, y coincide con el del
Restaurador- tuvo estrechas relaciones con los gobiernos de Buenos Aires. Asociados al cacique Calfulcurá, que dominaba
desde las Salinas Grandes, fueron beneficiarios del reparto de víveres que el
gobernador había acordado con aquél. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Luego de la caída de Rosas esta paz se desmoronó y se
reiniciaron los malones. En 1855, junto
con Cachul y Calfulcurá, Catriel derrotó al ejército del entonces joven General
Mitre en la<a href="http://lugaresehistorias.blogspot.com.ar/2012/02/sierra-chica-provincia-de-buenos-aires.html" target="_blank"> batalla de Sierra Chica</a>, y desde esta demostración de fuerza los
gobiernos buscaron su amistad para enfrentar a otras tribus más belicosas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk336V6lM1asWib_Cabhr8iZK1Yy0J4znL8pMWoR4wTmOCACfP9-am_2qGZLlrUeoKEc1lDyx6Mae486zIy0Z1MKvPDBPsyanIVHmT3_0EbGAY5jHED0oWDJNzj3BsaFSI7-a-JSftdTg/s1600/batalla2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="191" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk336V6lM1asWib_Cabhr8iZK1Yy0J4znL8pMWoR4wTmOCACfP9-am_2qGZLlrUeoKEc1lDyx6Mae486zIy0Z1MKvPDBPsyanIVHmT3_0EbGAY5jHED0oWDJNzj3BsaFSI7-a-JSftdTg/s320/batalla2.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Luego de la muerte del cacique, su hijo Cipriano Catriel asumió
el mando de su grupo y se acercó a Mitre. En 1872 combatieron junto a las
tropas cristianas, y derrotaron por primera vez al temido Calfulcurá, pero en
1874 el éxito no los acompañó: participaron en apoyo de Mitre en su intento de
revolución contra la elección de Nicolás Avellaneda como presidente, pero lo
que parecía una segura victoria se transformó en capitulación y la tribu fue
abandonada a las tropas leales del presidente electo. Entonces, un parlamento
condenó a muerte a Cipriano, su cacique, acusándolo de traición por conducirlos
a este fracaso y por haber enfrentado a Calfucurá. Quien encabezó el cumplimiento de la
sentencia fue su hermano Juan José Catriel, que tomó desde entonces el mando de
la tribu. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Durante su liderazgo fue que se llevó a cabo la gran
invasión, lanzada a finales de 1875, que iba a ser la última imponente reacción
de los guerreros pampeanos. En ella los catrieleros se unieron a Namuncurá -heredero
de Calfulcurá-, Pincén, Reuquecurá, Purrán y Carupancurá, atacando Alvear,
Tapalqué, Azul y Tandil.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Esta participación de Catriel en la invasión general fue
sorpresiva para los militares, que lo contaban como aliado dado que, establecidos
en las afueras de Azul, los catrieleros eran aparentemente amigos del gobierno.
Durante la gestión de Adolfo Alsina como ministro de guerra del presidente
Avellaneda, les ofrecieron nuevas
tierras unas leguas al oeste, hacia donde la frontera se estaba expandiendo.
Las negociaciones marchaban bien hasta que los catrieleros divisaron a los
agrimensores. Estos personajes, sus instrumentos de medición y sus operaciones
diabólicas eran objeto del más profundo odio por parte de los indios. Su
presencia siempre anunciaba desgracia, siempre antecedía a la pérdida de su
territorio. Desde entonces, si bien siguieron en negociaciones con los blancos,
secretamente se pusieron de acuerdo con Namuncurá. Iban a librar su última
batalla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSsQ0gTQUEjuqftvYOaddAO7oP49_pSXbpP5QT71conRnLg6LDbaYdVU0d3JLOQ1PfuoPhjWLpNRlH1RsMEU6ZF1_4ssLoRc96dAAp34kMJdoRz5Df7iGa8UO549gIJjdbn6g2f2Q3TJ0/s1600/indio.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSsQ0gTQUEjuqftvYOaddAO7oP49_pSXbpP5QT71conRnLg6LDbaYdVU0d3JLOQ1PfuoPhjWLpNRlH1RsMEU6ZF1_4ssLoRc96dAAp34kMJdoRz5Df7iGa8UO549gIJjdbn6g2f2Q3TJ0/s320/indio.jpg" width="213" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Esta invasión general se produjo el 26 de diciembre de
1875. Su frente se extendió desde Tres Arroyos hasta Alvear. Alfredo Ebelot,
ingeniero francés contratado por Alsina para trabajar en el diseño de su
sistema de defensa, nos cuenta que “para dar ese gran golpe, el desierto había
puesto en pie no menos de 5.000 lanzas”. En Tandil murieron 400 vecinos, se
llevaron 500 cautivos y arriaron 300.000 animales. Azul fue sitiada, de allí se
levaron 200.000 cabezas de ganado y 4.000 caballos. Los fortines fueron
arrasados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pero la respuesta fue también tremenda. El 1º de enero,
Catriel y Namuncurá fueron vencidos en el combate de <i>Laguna de la Tigra</i>, todas las naciones indias, hostigadas. Al mismo
tiempo la frontera se trasladaba hacia el oeste y el ejército se integraba con
profesionales en lugar de los gauchos que habían sido reclutados por la fuerza.
Los indios, alejados hacia el desierto, ya no podían llevar a cabo sus
invasiones ya que su objetivo les quedaba demasiado lejos. La zanja de Alsina
impidió aún más el arreo de ganado hacia el oeste. El fusil Remington y el
telégrafo hicieron el resto. Según Sarmiento, la expedición del General Roca,
que salió desde Azul, adonde arribó en tren, no fue más que “un paseo en
carruaje”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pese a que existen en Azul descendientes de los
catrieleros reivindicando parte del territorio, ya no tienen el mismo poder e importancia política que llegaron a detentar, ni son un grupo influyente en la actualidad. Pero en las palabras quedan indicios de este pasado. Por
empezar, el nombre de la ciudad es el que los indios le habían dado a la
región, traducido del araucano. El nombre del arroyo que lo atraviesa, es
también la traducción del nombre original: calvú Leuvú (agua azul). Su
costanera hoy se llama Cacique Catriel
(¿Cuál de ellos será: Juan Manuel, Cipriano, Juan José?). En la margen
izquierda subsite el barrio Fidelidad, cuyo nombre recuerda la convivencia de
los catrieleros y cristianos. En su Museo Etnográfico se exhibe una muy
importante colección de platería mapuche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En Boca de la Sierra, la obra El Malón también se suma a
la evocación de la historia del país Azul.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Regazzoni en Azul<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Carlos Regazzoni, artista nacido en Comodoro Rivadavia,
consiguió fama y prestigio por sus instalaciones, que normalmente compone con
materiales industriales en desuso. Trabajó mucho con elementos desechados por
los ferrocarriles e instaló su estudio en un depósito de los mismos, cerca de
la terminal de Retiro, en Buenos Aires. Su prestigio como artista creció en el
país y en Europa, especialmente en Francia, en donde posee un castillo barroco.
Sus esculturas fueron elogiadas por exigentes críticos de arte. Madonna le
compró una obra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Cuando en 2007 la ciudad de Azul fue declarada Ciudad
Cervantina por la UNESCO, debido a la colección de Quijotes que atesora, su
Municipalidad contrató a Regazzoni para que instalara en un paseo público una
escultura de Don Quijote. El grupo escultórico está frente a la costanera
Cacique Catriel, e incluye al hidalgo montado en Rocinante, junto con Sancho
Panza, Dulcinea y hasta el perro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Debido al éxito de este trabajo, las autoridades le
encargaron una segunda obra. Esta fue <i>El
Malón</i>, que está emplazada en Boca de la Sierra. De todas formas, la
relación del artista con los políticos locales fue pésima. Se instaló en este paraje
y fue acusado de tomar para sí propiedades privadas –lo que incluía un sector
perteneciente a Fabricaciones Militares, empresa que donó el lugar para que se
construyera el parador- y de maltratar a los vecinos que se quejaban de sus
actividades en el lugar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Seguramente cautivado por la paz y belleza del paisaje,
el artista intentó establecerse, pero las constantes peleas con vecinos y
políticos, lo disuadieron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por suerte quedó su obra.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /><br /><br /><span style="font-size: large;">Bibliografía</span><br /><br /><br /><br /><br />Archivo Mitre. Buenos Aires<br /><br /><br />Ebelot, Alfredo. Recuerdos y relatos de la guerra de fronteras. Plus Ultra. Buenos Aires. 1968.<br /><br /><br />Rosa, José María. Historia Argentina, tomo 2. Claridad. Buenos Aires. 1973.<br /><br /><br />Yunque, Alvaro. Calfulcurá. La conquista de las pampas. Ediciones Zamora. Buenos Aires. 1956.</span></div>
Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-26088737605608129102012-09-19T17:47:00.002-07:002012-09-21T02:57:47.179-07:0053 esquina 1. La Plata. Casa Curutchet-Le Corbusier, en La Plata<br />
<h2>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">Los buscadores de prestigio</span><o:p></o:p></h2>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> La
única casa diseñada por Le Corbusier en Iberoamérica, actualmente utilizada por
el Colegio de Arquitectos de la Provincia, está en la calle 53, justo en la
principal entrada al eje cívico de La Plata desde el bosque. Fue el fruto de
los afanes de un médico que estudió y vivió en esta ciudad, y del arquitecto
suizo-francés Le Corbusier, definido por algunos como el Picasso de la
arquitectura moderna. Para el europeo, su construcción era una muestra con la
intención de convencer al peronismo para que implementara su plan integral para el diseño
de Buenos Aires. Éste incluía, entre otras cosas, aspectos del actual Puerto
Madero, la Ciudad Universitaria e incluso una “aeroisla” en remplazo del
aeroparque metropolitano.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Los avatares de la realización de
esta casa, única en toda Iberoamérica y que visitan todos los días los aficionados
y estudiantes de arquitectura, están determinados por las particulares
biografías de dos hombres: el doctor Pedro Curutchet, quien encargó la obra, y
Le Corbusier, quien envió los planos desde Francia. Como se verá, en estas
historias de vida, y en la historia de esta casa, intervienen personajes e
instituciones tan disímiles como Victoria Ocampo, Juan Domingo Perón, la
facultad de Medicina de La Plata, el comunismo soviético, el modernismo
arquitectónico, el gobierno de la India o Benito Mussolini.<o:p></o:p></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaM7r497Q7hZJqUdextyCcwQ1I7GcMzHSn8lYHV9Aapu1uL3WOTG9U5dURILlMUNXWIG8NXj44U_hexRV19lmPfhtEt6C3kaYeGhCBTqsQHeaWO_KgwhbslpJfHj3kJm19-jX53QE9toI/s1600/casalecorbu.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="271" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaM7r497Q7hZJqUdextyCcwQ1I7GcMzHSn8lYHV9Aapu1uL3WOTG9U5dURILlMUNXWIG8NXj44U_hexRV19lmPfhtEt6C3kaYeGhCBTqsQHeaWO_KgwhbslpJfHj3kJm19-jX53QE9toI/s400/casalecorbu.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Frente de la casa. La fachada oculta el ventanal del consultorio.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El médico<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Pedro Curutchet era un médico que,
nacido en Las Flores, se había recibido en la Universidad Nacional de La Plata.
Como facultativo no encontró mucho reconocimiento en la ciudad que lo había
alojado desde niño, y debió instalarse en Lobería, donde durante veinte años
ejerció la actividad. A fines de los cuarenta obtuvo algún prestigio al
introducir modificaciones en las técnicas operatorias de cierto tipo de quiste
pulmonar. En 1948, con la publicación de un libro sobre ese tema, comenzó a
vislumbrar su retorno, más bien triunfal, a la ciudad de sus años de
estudiante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Quiso hacerlo a lo grande: le
escribió nada menos que a Le Corbusier, con la intención de interesarlo para
que diseñara los planos de su casa-consultorio. Ya se había asegurado de que el
terreno estuviera en la principal entrada de la ciudad viniendo desde el
bosque, es decir, desde la Universidad. Su intención era que el edificio fuera
un símbolo y una provocación; tanto para el establishment académico de La
Plata, que no lo había reconocido al principio, cuanto para el gobierno
peronista, al que aborrecía por causas ideológicas y económicas. Pero:
¿Accedería Le Corbusier a considerar el encargo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El arquitecto<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> El arquitecto francés Le Corbusier
había nacido en Suiza y se llamaba Charles Jeanneret-Gris. Su padre, bastante
poco original en ese ámbito, trabajaba en la industria de los relojes. Charles,
por su parte, comenzó sus estudios en su ciudad natal, pero luego viajó por
toda Europa. A los 29 años se estableció en París, se nacionalizo francés y
adoptó su famoso seudónimo, por asociación con el apellido de su abuelo
materno, aunque modificándolo levemente para que, en francés, aludiera a la
palabra cuervo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Deslumbrado por los automóviles y
los aviones, proclamó que las casas debían ser “máquinas de vivir”, y se dedicó
a desarrollar los principios de su arquitectura como una apuesta al futuro. Sus
postulados, en su ambicioso proyecto, debían servir para orientar y mejorar la
experiencia de vida de las futuras generaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> En 1926 presentó los llamados “cinco
puntos de la nueva arquitectura”. Utilizando la novedosa tecnología del
hormigón armado en la concreción de los proyectos, estos principios eran: la
planta baja sobre pilotes y liberada para el uso y estacionamiento de
vehículos; la planta libre de condicionantes estructurales, basada en losas
sostenidas por pilotes para que el diseñador colocara en cada piso las
divisiones con total libertad; la fachada independiente, con la estructura
principal retirada del cuerpo de la misma; los ventanales alargados, ocupando
todo el ancho del edificio y, finalmente, la terraza jardín, para devolver a la
naturaleza parte del espacio ocupado por la construcción.<o:p></o:p></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjkQaUm1Ps1fjcw1IriHYULgLiVF1hUvT5F6w41BNWKLziyjWwgS6W8WkOFFdnCV52PWUZ6yqTkJYmRiDE3wvz0IrXGyikXWZYgw4AlCQ-lFXz74cQYpoYY2LPvUCrK54ifo1c79QiAdI/s1600/PROMENADE-IC1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="271" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjkQaUm1Ps1fjcw1IriHYULgLiVF1hUvT5F6w41BNWKLziyjWwgS6W8WkOFFdnCV52PWUZ6yqTkJYmRiDE3wvz0IrXGyikXWZYgw4AlCQ-lFXz74cQYpoYY2LPvUCrK54ifo1c79QiAdI/s400/PROMENADE-IC1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Rampa hacia el consultorio. En el centro el tronco del árbol</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Política<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> El doctor Curutchet se había
vinculado en los años 30 a alianzas anti-fascistas, que terminaron enfrentando
al peronismo en la década siguiente. Ya con ese partido en el poder la política
oficial de congelar los arrendamientos rurales iba a perjudicar al médico -que
se había comprado unas setecientas hectáreas de campo- y a acentuar su
tendencia opositora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Pensó entonces que levantar una casa
con diseño de vanguardia iba a ser una especie de manifiesto liberal contra el
gobierno peronista, al que veía como aliado del fascismo y conservador al
extremo en lo formal. De esta forma, su casa-consultorio sería no sólo una
provocación a la comunidad universitaria platense -dado que pretendía erigirse en
una especie de academia alternativa- sino también una afrenta hacia un gobierno
al que percibía como una tiranía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Paradójicamente, si Le Corbusier
aceptó el encargo, fue precisamente porque deseaba seducir al peronismo en el
poder, con el que estaba en tratativas para implementar su diseño de desarrollo
integral de Buenos Aires. Es así que, ante la carta de Curutchet solicitando
sus servicios, el arquitecto le remite una contestación en la que se muestra
mucho más sincero que humilde, y tal vez abusa de los gerundios. Le dice que
“habiendo establecido el plan de Buenos Aires en 1938-39, que está actualmente
siendo considerado por el gobierno, estoy interesado en la idea de realizar en
su casa una pequeña obra maestra de simplicidad, de conveniencia y de armonía”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Los intentos de seducción a
distintos gobiernos eran una actitud necesaria para un teórico que, como Le Corbusier,
postulaba desarrollos de ciudades enteras. Esto ocasionó frecuentes confusiones
acerca de su pensamiento político. Es que en realidad sus proyectos
arquitectónicos tenían mayores posibilidades con aquellos gobiernos que
propusieran una importante planificación estatal de la arquitectura de las
ciudades. De hecho, a la vez que trataba de venderle un proyecto a Mussolini,
estaba construyendo la sede de la Administración de Agricultura en la Moscú
soviética.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> A Argentina había llegado en 1929
para dictar una serie de conferencias. Obviamente que en el puerto lo esperaba
Victoria Ocampo, a quien intentó venderle un par de proyectos (un pequeño
rascacielos y un departamento con piscina incorporada) que no llegaron a
concretarse. En Francia ya lo habían visitado algunos de los argentinos
millonarios, entre ellos Ricardo Güiraldes, que asolaban París a principios de
siglo, y se había tentado con el brillante porvenir que representaba el granero
del mundo ante una Europa hundida en sus guerras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Para Le Corbusier, Buenos Aires
tenía que verse desde el río como una hilera de torres vidriadas –“la ciudad de
los negocios”- desplazadas hacia el sur del centro porteño. La idea era
revitalizar la zona del Riachuelo y vincularla con Avellaneda. Otras propuestas
eran: una autopista norte-sur, una de circunvalación –la actual General Paz-,
la instalación de un aeropuerto sobre el río –que se intentó llevar a cabo en
los noventa, bajo el nombre de “aeroisla”-, la Ciudad Universitaria y un puerto
en Avellaneda, que hoy también existe con el nombre de Terminal Exolgan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Pero los avatares de la crisis
económica internacional y de la política argentina impidieron que los planes se
llevaran a cabo. Le Corbusier se dedicó a otros asuntos, delegando el proyecto
argentino en sus discípulos. Los principales fueron el catalán Antonio Bonet y
los argentinos Kurchan y Ferrari Hardoy, que en Buenos Aires conformaron el
Grupo Austral como herramienta para difundir la arquitectura moderna. Juntos
diseñaron la silla BKF, bautizada con las iniciales de los tres, que tuvo su
prestigio en el ámbito del diseño internacional, especialmente en los Estados
Unidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Estos representantes de Le Corbusier
en Buenos Aires estuvieron a punto, a fines de los cuarenta, de concretar el proyecto
para la ciudad. Fue cuando un amigo de Ferrari Hardoy asumió como Secretario de
Obras Públicas de la Municipalidad. Entonces las propuestas del francés volvieron
a tenerse en cuenta. Y aunque resultó que al final de la evaluación el
funcionario peronista no aceptó que Buenos Aires fuera planificada por un
extranjero, esta expectativa sirvió para que Le Corbusier accediera a diseñar
la casa de Curutchet, como una manera de mostrar una obra en Argentina y su
disposición a trabajar en el país.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Pero el proyecto no iba a
realizarse, y la frustración de los planes porteños enojó al francés y lo
distanció de los arquitectos del Grupo Austral, a los que llegó a tratar de “traidores”
y “pobres diablos”. Sin embargo, una buena noticia le llegaba desde Asia: el
nuevo gobierno de la India lo contrataba para diseñar integralmente la ciudad
de Chandigarh, capital de dos estados en ese país. El proyecto indio ocupó todo
su tiempo y empeño desde 1951 hasta su muerte en 1965.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">La arquitectura de la casa Curutchet<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Mientras tanto, en La Plata, el
médico se la pasó disputando con los arquitectos encargados de la realización
de las obras según los planos de Le Corbusier, quien había sugerido a los del
Grupo Austral o a Amancio Williams. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Curutchet eligió a este último, hijo
del músico Alberto Williams y bisnieto de Amancio Alcorta, pero al tiempo lo
despidió. Lo mismo le ocurrió a su sucesor. La construcción se demoraba, la
casa tenía goteras, los caños perdían agua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Sin embargo, en esa pequeña casa de
La Plata, se lograron plasmar los cinco principios fundamentales del teórico
francés.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> Como puede entreverse en la película
argentina <i>El hombre de al lado</i>,
filmada en la casa, la planta baja queda libre y se accede al primer piso por
medio de una rampa. Este primer piso se divide en dos cuerpos: al frente el
consultorio, al fondo un hall con las escaleras para subir a la vivienda, que
se halla en los dos pisos superiores. En el segundo está la cocina, el comedor
y el estar, mientras que en el tercero se encuentran los dormitorios y el
escritorio. A su vez, la terraza del consultorio, en el primer cuerpo, se
transforma en un jardín-terraza, al que se accede desde el segundo piso de la
vivienda. De esta forma cumple con otro principio: devolver a la naturaleza un
espacio verde, en compensación del utilizado para la construcción. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Además, todo
el frente del consultorio está ocupado por enormes ventanales (otro de sus
principios), pero esto no se ve desde el exterior ya que la fachada, compuesta
por un brise-soleil que enmarca el paisaje y protege del sol, oculta además el
ventanal de la vista de los observadores externos. Cumple de esta forma con
otro postulado, que es el que sostiene que la fachada debe ser independiente de
la estructura del edificio.<o:p></o:p></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkVSzd43sTlMdhu_7w4qOT2t2H10oEwo_3U-3Ld3TuYrGG-3V83QUqRweiTLrASo3waXIA29X3d1jjfT02FzpjmY85Sk7c12kbpAlnQw14SmawbNNQWHux-F-Ar2HKn0_euT97wdm8_30/s1600/plano2piso.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkVSzd43sTlMdhu_7w4qOT2t2H10oEwo_3U-3Ld3TuYrGG-3V83QUqRweiTLrASo3waXIA29X3d1jjfT02FzpjmY85Sk7c12kbpAlnQw14SmawbNNQWHux-F-Ar2HKn0_euT97wdm8_30/s400/plano2piso.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Plano del segundo piso</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Además, la
casa cuenta con un árbol que ocupa el centro de la misma, entre los dos
cuerpos, y brinda sombra a la terraza-jardín.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> La residencia pudo ser habitada
recién en 1954, pero las dificultades y refacciones siguieron aún por algunos
años. Pese a todo, Curutchet quedó conforme. En 1957 le escribió al arquitecto
francés: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> “El público general –le cuenta en su
carta- va comprendiendo cada vez más esta obra que a muchos les pareció tan
extraña al principio. Esta es ‘la casa de Le Corbusier’; me honra ser el
propietario. Así lo digo y quiero que se repita. Ud. puede hacer cualquier indicación
que será cumplida y agradecida. Es y seguirá siendo su casa”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Bibliografía<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Casa
Curutchet.net. Sitio web<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Colegio de
arquitectos de la Provincia de Buenos Aires. Sitio web, disponible en <a href="http://www.capba.org.ar/curutchet/casa-curutchet-presentacion.htm">http://www.capba.org.ar/curutchet/casa-curutchet-presentacion.htm</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Hobsbawm,
Eric. Historia del Siglo XX. Crítica. Buenos Aires. 1998<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Liernur,
Jorge (y otro). La red austral. Obras y proyectos de Le Corbusier y sus
discípulos en Argentina (1929-1964). UNQUI. Buenos Aires. 2009<o:p></o:p></span></div>
Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-23385864968700433412012-09-14T17:33:00.000-07:002012-09-14T17:33:04.778-07:00Las manifestaciones espontáneas <br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 17px;">Los eventos son, por definición, acontecimientos imprevistos. Existen empresas que dicen que los organizan, pero esto no parece posible, pues se cae en una paradoja. La misma dificultad se encuentra en la organización de manifestaciones espontáneas. Había un grafitti que decía que pelear por la paz es como coger por la virginidad.</span>
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 17px;">Por otra parte, cabe sin embargo relativizar esta cualidad de la espontaneidad. Es muy difícil decidir qué es lo espontáneo, o si tiene mucho sentido proclamar tal cosa. </span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 17px;">Por ejemplo, una manifestación de una sola persona, puede no ser espontánea, sino planeada. Tal ocurre con los asesinatos, cuando son premeditados. Existe ahí una meditación previa. Lo espontáneo entonces, sería algo no meditado previamente. Y estamos hablando de una sola persona. Imaginemos cómo sería que miles de personas logren coincidir en una manifestación sin mediar una organización previa. Imposible.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 17px;">Si no me cree, haga el siguiente experimento: primero, cite a una persona X en un lugar A a una hora Y. Segundo, concurra al lugar A a la hora Y. Tercero, al encontrarse con X dígale: qué sorpresa verte por acá. Cuarto, verifique la reacción de X.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 17px;">Pero la espontaneidad se puede cuestionar aún más, dado que depende de la voluntad y la voluntad depende, como bien dijo Freud, de nuestro inconsciente. Por lo tanto, ni siquiera es pertinente cuestionar en fútbol si una mano fue intencional. ¿Cómo podemos saber si lo fue o no? Tal vez no lo fue concientemente, pero puede haber, detrás de cada pelota tocada con la mano, motivos subyacentes que ni el propio jugador conoce y mucho menos, digamos, Guillermo Nimo o Biscay o Lamolina.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 17px;"><br /></span>Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-16981981653737732582012-07-23T08:19:00.001-07:002012-07-30T09:37:46.003-07:00Azcuénaga, Provincia de Buenos Aires, en el partido de San Andres de Giles.<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;"><span style="color: #3d85c6; font-size: x-large;">Hacienda
de Figueroa. El general Quiroga va en coche al muere</span><span style="font-size: 16pt;"><o:p></o:p></span></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Cerca del pequeño pueblo de Azcuénaga,
en el partido de San Andrés de Giles, a la vera del antiguo camino al Alto
Perú, subsiste la histórica finca de los Figueroa, habitada por descendientes
de esa misma familia durante los últimos doscientos cincuenta años. Esta
estancia, utilizada como posta en el camino, fue testigo de la despedida final
de Facundo Quiroga y Juan Manuel de Rosas. Allí, luego de marcharse el riojano,
el Restaurador redactó su más importante documento político, que también es
pieza clave para desentrañar la gran pregunta acerca del asesinato de Facundo: ¿Fue Rosas quien ordenó
su muerte?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">Yo, que he sobrevivido a millares de tardes<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">y cuyo nombre pone retemblor en las lanzas,<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">no he de soltar la vida por estos pedregales.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">¿Muere acaso el pampero, se mueren las espadas?<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 212.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 106.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">Jorge
Luis Borges <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 354.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 354.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">1834<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">17 de
diciembre. Anochece. Por el polvoriento camino al Alto Perú, desde Luján, se
acercan a la finca dos carruajes custodiados por milicias. Los Figueroa
reconocen la galera de Juan Manuel de Rosas; de ella ven descender al General
Juan Facundo Quiroga. En la segunda, que pertenece al riojano, se deja ver el
hombre fuerte de Buenos Aires. Apenas tienen los dos jefes unos instantes para seguir con la conferencia y dormir. Al
otro día, Quiroga saldrá para Santiago del Estero en misión especial. Ya no retornará;
a la vuelta lo espera su destino en el pobre paraje de Barranca Yaco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Unos
días antes, los caudillos se habían encontrado en San José de Flores porque
Quiroga, al ser designado para la misión pacificadora hacia las provincias del
norte por el gobernador Manuel Vicente Maza, había querido conocer la opinión
de Rosas, que detentaba el poder real. En la quinta de Terrero, socio de Rosas,
discutieron durante dos días sobre el futuro de la Nación, la forma de conseguir
la paz de las provincias del noroeste y la posibilidad de una organización
nacional bajo una Constitución Federal. Al tercero, de madrugada, Quiroga dejaba San
José de Flores cuando Antonino Reyes, el asistente de Rosas, despertó a su jefe
con la novedad. El estanciero bonaerense persiguió el carruaje de Quiroga y,
cuando lo alcanzó, insistió en prestarle su galera personal, que tenía acondicionada
para el viaje. Quiroga aprovechó para convencer a Rosas de que lo acompañara en
el primer tramo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Ya esán en la Hacienda de Figueroa. Los caudillos siguen discutiendo, pero ya no hay mucho tiempo.
Al otro día, de madrugada, Quiroga partirá hacia su última misión: debe mediar
entre los gobernadores belicosos de Tucumán y Salta, quienes le deben al
riojano su cargo. Rosas le reitera su ofrecimiento de escolta:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">-Tenga
cuidado: no vaya usted a ser envuelto en esas cosas y le jueguen nuestros
enemigos una mala pasada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">-Mucho
le agradezco –responde Quiroga–. Pero mi persona es la mejor escolta para
contener a cualquier cobarde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Rosas
permanecerá aún un par de días, dictándole a su asistente la histórica Carta de
la Hacienda de Figueroa. Se supone que los chasquis alcanzarán a Quiroga con
esta misiva, y que éste la utilizará en las negociaciones que llevará a cabo,
como prueba de la unidad de ambos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">La
carta reaparecerá en el juicio a los asesinos del riojano, según se dice
manchada con su sangre. Rosas se la llevará luego de su caída a su exilio en
Inglaterra. En cierta forma, si se aclararan los misterios acerca de este
documento, sabríamos si efectivamente fue Rosas quien propició el asesinato de
Facundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">El poderoso
estanciero bonaerense, desde su habitación en la hacienda de Figueroa ve salir
su carruaje hacia San Antonio de Areco, rumbo al noroeste. Allí va Quiroga: ¿lo
ve Rosas como un aliado rumbo a una difícil misión o, como en un cuento de
Borges, observa cómo se aleja su galera llevando a un hombre que no lo sabe,
pero ya está muerto? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">2012<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Por el
camino polvoriento, un coche se acerca a la finca de los Figueroa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Aquél
no debe haber cambiado mucho en 180 años, es de tierra y tosca. Si antes era
parte del camino real al Alto Perú, ahora es la ruta vecinal que comunica el
pueblo de Azcuénaga con los pagos de Areco<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Pese a
que ésta ha sido declarada Monumento Histórico por la municipalidad de San
Andrés de Giles, y reconocida como tal a nivel provincial, no existe apoyo
estatal ni ningún plan de manejo ni conservación del lugar. Tampoco,
obviamente, está prevista su apertura al público. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Don Julio
Figueroa es descendiente directo del sargento mayor de milicias Tomás de
Figueroa, que en 1755 compró las tierras a la familia del general Ruiz de
Arellano -fundador de Areco- y creó la
estancia La Merced, que llegó a tener 20.000 hectáreas, de las que hoy
subsisten sólo seis. <o:p></o:p></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://www.revisionistas.com.ar/wp-content/uploads/2009/04/2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="2" border="0" height="300" src="http://www.revisionistas.com.ar/wp-content/uploads/2009/04/2.jpg" style="background-color: white;" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hacienda de Figueroa. Habitaciones que ocupó el General Paz.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">De él
y de su familia depende la conservación de este sitio histórico, que guarda
parte del secreto de la Carta dictada allí por Rosas. Lo hacen con verdadero
orgullo y sacrificio, y sin ayuda de nadie. Hoy día ni siquiera tienen energía
eléctrica en el establecimiento:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">–Acá
todo es a leña –avisa Don Julio–: el horno, la estufa y el calefón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Para
dar una idea de edad de la construcción, cuenta que la parte llamada nueva, levantada
a un lado de la antigua posta, tiene
unos cien años de antigüedad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Sin
embargo, todavía se utiliza la parte más vieja: ahí, en las habitaciones que
sirvieron de calabozo al General Paz, cuando era traído prisionero a Luján, aún
tienen su cuarto dos de sus hijas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">1835<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">22 de
septiembre. Del lado de Santa Fé se acerca a la finca un carruaje con custodia.
Los Figueroa ya saben, porque han sido avisados por chasquis, que es el General
José María Paz, que es traído prisionero, y cuyo destino inmediato es el
cabildo de Luján. En realidad, en esa primavera, nadie sabe cuál será
finalmente el destino del militar cordobés.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Una
vez capturado por los federales, el Brigadier López, de Santa Fé, no se animó a
decidirse por su fusilamiento. Rosas se lo sugirió en carta privada, pero sin
responsabilizarse del tema.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Paz
había sido capturado mediante una boleada histórica. Se quiso adelantar con un
baqueano a la vanguardia de sus tropas, pero los bandos rivales habían girado
en círculo en sus posiciones de combate y, sin quererlo, se aproximó a las
tropas federales. En esas condiciones fue perseguido cuando ni siquiera se
decidía a escapar porque dudaba de si realmente no estaba ante sus hombres,
dado que le gritaban: “párese, mi General”. Entonces, cuenta el mismo Paz, dudó por no aparecer huyendo ante sus subordinados,
y en ese momento las patas de su caballo fueron alcanzadas por un certero tiro
de boleadoras, que lo hicieron caer al piso.<o:p></o:p></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://www.pagina12.com.ar/fotos/libros/20090524/notas_i/sl25fo02.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://www.pagina12.com.ar/fotos/libros/20090524/notas_i/sl25fo02.jpg" style="background-color: white;" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Asesinato de Quiroga. Pintura basada en<br />una litografía de la época</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Lo
llevaron prisionero a Santa Fé, donde obtuvo permiso para casarse con su
sobrina Margarita Weild, lo que lo posicionó como yerno de su propia hermana. Con su mujer embarazada, lo trasladaron a
Luján, sin saber Paz si el traslado era debido a que finalmente se habían
decidido a fusilarlo. En esas condiciones pernoctó en la Hacienda de Figueroa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Así lo
cuenta en sus Memorias: “Esa tarde llegamos a casa de un Figueroa, gran amigo
de Rosas, según supe después, e inmediatamente me alojaron en una pieza
aislada, donde se colocaron centinelas dobles y se tomaron todas precauciones”.
Cuenta también que llegó un carretón con mujeres y que esa noche hubo en la
casa una fiesta, según Paz, para mortificarlo: “vinieron a cantar a la puerta
una canción de esas que acostumbran, en que no se respira sino sangre y
carnicería”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Para
ese entonces, Paz ya sabe, porque se ha enterado en Santa Fé, del asesinato de
Quiroga. Según cuenta en sus memorias, “en
Santa Fé fue universal el regocijo por este suceso y poco faltó para que se
celebrase públicamente: Quiroga era el hombre a quien más temía Lopez, y de
quien sabía que era enemigo declarado. No abrigo ningún género de duda que tuvo
conocimiento anticipado, y acaso participación en su muerte. Sus relaciones con
los Reinafé eran íntimas. Francisco Reinafé había estado un mes antes, había
habitado en su misma casa y empleado muchos días en conferencias misteriosas”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Acusaciones<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">En
efecto, el Gobernador López, fue uno de los acusados de instigar el asesinato.
Como se sabe, el jefe de la partida que mató a Quiroga y todas las personas de
su comitiva -salvo dos que lograron ocultarse- incluyendo a un niño, fue Santos Pérez, quien
recibió órdenes de sus jefes, los hermanos Reinafé, que controlaban la
provincia de Córdoba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Luego
de que en la provincia mediterránea los Reinafé intentaran quedar impunes
–habían puesto al asesino al frente de la investigación- Rosas impulsó la pesquisa
y, aduciendo que el delito era federal dado que el asesinado había sido enviado
por su gobierno en representación de todas las provincias, promovió un juicio
en Buenos Aires. Allí se demostró que los acusados eran culpables y se los condenó
a muerte. En octubre de 1835 se cumplió la sentencia: fueron fusilados tres de
los cuatro hermanos Reinafé –uno de ellos, Francisco, había logrado huír-, Santos
Pérez y tres de los veintiocho integrantes de la partida, elegidos por sorteo.
Este se lo perdió Riverito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Ahora
bien, había una cosa que el tribunal de Buenos Aires no podía hacer: condenar
por estos asesinatos a Juan Manuel de Rosas, que por ser Gobernador con la Suma
de Poderes, era el jefe del judicial y juez de última instancia. Por eso la
duda subsistió, y la Carta de Figueroa fue y es una pieza clave de ese rompecabezas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Quienes
acusaron a Rosas sostuvieron que en realidad Quiroga, una vez apresado el
General Paz, era su principal enemigo. Dijeron que el caudillo riojano, desde
su llegada a Buenos Aires se había acercado a los partidarios del unitarismo,
que incluso le había ofrecido ayuda a Rivadavia, que se había convencido de la
necesidad de dictar una Constitución, que podía sublevar a todas las provincias
del Noroeste en contra de Buenos Aires. Pero si Quiroga era partidario de una
Carta Magna, y Rosas no quería ni oír hablar del tema, iba a ser muy difícil un
acuerdo entre ellos. En estos tres días de deliberaciones, previos a la
despedida de ambos en la Hacienda de Figueroa, sin embargo, parecían haber
llegado a cierto acuerdo, sin el cual era difícil que Facundo hubiera aceptado viajar
para cumplir su misión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Según
los que acusan a Rosas del asesinato de Quiroga, este acuerdo era la concesión
del bonaerense de que se iba a preparar un Congreso Constituyente. Por lo
tanto, la Carta de la Hacienda de Figueroa, en la que Rosas sostenía que aún no
era el momento adecuado para hacerlo, sería un documento que éste escribió
traicionando lo decidido entre ambos. Algunos dijeron que fue escrito
intentando una justificación histórica –algo así como una coartada-, y que por
esa causa nunca fue enviado el chasqui que debía entregarla a Quiroga durante
el viaje. Otros, que la carta no alcanzó a ser leída a los Gobernadores, dado
que recién le fue entregada a Quiroga cuando éste estaba regresando a Buenos
Aires. De cualquiera de las dos maneras, Quiroga se sentiría traicionado por
Rosas, pero al caudillo bonaerense esto no podía importarle, dado que ya habría
dispuesto su asesinato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Comentaristas
como Sarmiento y Vicente Fidel López expresan su convicción de que Rosas estuvo
tras el homicidio. El escritor David Peña llega a la misma conclusión,
basándose en un supuesto carácter apócrifo de la Carta de la Hacienda de
Figueroa. Se dijo, por ejemplo, que el documento no se habría escrito allí sino
con posterioridad, o que la redacción no le pertenecía al Restaurador. Cuentan
que un hijo de Quiroga así lo creyó, y por eso combatió posteriormente en
contra de Rosas, a las órdenes de Lavalle. También que, como surgió del proceso
llevado a cabo en Buenos Aires, Santos Pérez había declarado que los Reinafé le
dijeron que todo estaba arreglado con López y con Rosas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Defensas<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Los
abogados históricos del Restaurador discuten la existencia del móvil: aducen
que Quiroga no era una amenaza para Rosas sino un aliado, aunque tuvieran
diferencias de opinión. Pero sobre todo, remarcan que no se ha encontrado
ninguna prueba para afirmar su responsabilidad, más allá de presunciones. El
dato no es despreciable, luego de muchos años en los que la historiografía
oficial, impulsada por Sarmiento, Vicente Fidel López y Mitre, se dedicó
ampliamente a acusar a Rosas de todo tipo de atrocidades, reales y ficticias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Según
el proceso judicial, la Carta de la Hacienda de Figueroa la llevaba entre sus
ropas Quiroga cuando fue asesinado y estaba manchada con su sangre. Fue
presentada como prueba en el juicio, y quedó luego en poder de Rosas, pero su
autenticidad no queda probada con esto, ya que el mismo Rosas era una autoridad
absoluta en el momento del proceso, y bien podía insertar una prueba falsa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">En
1881, fecha en la que hablar a favor de Rosas no era especialmente elegante, su
antiguo asistente, Antonino Reyes, salió en su defensa. Envió al historiador
Adolfo Saldías una carta en la que afirmaba que ambos generales habían acordado
en la Estancia de Figueroa que “a la madrugada siguiente partiría el General
Quiroga, debiendo enseguida marchar un chasque con la carta convenida del
General Rozas expresando su parecer en los graves asuntos que se ventilaban y
para dar más fuerza a la misión que se le había encomendado ante los
gobernantes disidentes. Esa fue, pues, la carta que usted debe conocer, como
todos, pues se ha publicado varias veces, y que está escrita de mi letra,
siendo dictada por el General Rozas o hecho por él el borrador, allí en la
misma instancia citada, y que llevó la fecha 20 de diciembre de 1834.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">La
historia aún no llegó a un veredicto unánime. Por otra parte, se sabe, en
Argentina la justicia tiende a ser lenta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Bibliografía<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">López, Vicente Fidel. <i>Historia Argentina. </i>La cultura argentina. Buenos Aires. 1916<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Paz, José María. <i>Memorias
póstumas</i>, tomo 2. Almanueva. Buenos Aires 1954<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Peña, David. <i>Juan
Facundo Quiroga</i>. EUDEBA. Buenos Aires. 1968<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Ramos, Jorge Abelardo. <i>Revolución y contrarrevolución en Argentina</i>. Del Mar Dulce. Buenos
Aires. 1970<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Rosa, José María.
<i>Historia Argentina, tomo 2</i>.
Claridad. Buenos Aires. 1973<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Saldías, Adolfo. <i>Cuando
Rosas tuvo la suma del poder público</i>. Plus Ultra. Buenos Aires. 1974<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Sarmiento, Domingo Faustino<i>. Facundo</i>. Peuser. Buenos Aires. 1955<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-80711685052733208022012-06-27T16:29:00.002-07:002012-07-15T09:13:11.181-07:00Libertad de expresión. Escritos hallados en un aljibe. Un cuento histórico<br />
<div align="left" class="MsoNormal" style="text-align: left;">
</div>
<table align="left" cellpadding="0" cellspacing="0">
<tbody>
<tr>
<td height="13" width="5"></td>
</tr>
<tr>
<td></td>
<td><img height="2" src="file:///C:/Users/luis/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image001.png" v:shapes="_x0033__x0020_Conector_x0020_recto" width="793" /></td>
</tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div align="left" class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<strong><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 16pt; line-height: 115%;">Libertad
de expresión<o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Nota
del editor<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">L</span></b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">uego
del primer gobierno de Rosas, durante el breve lapso de la administración del
General Balcarce, surgieron dos facciones enfrentadas políticamente: los
rosistas, o restauradores, y los <i>lomos-negros</i>,
o doctrinarios. Ambos bandos, amparados en una nueva ley que permitía mayor
libertad de expresión, se dedicaron a insultarse e injuriarse recíprocamente.
De un lado <i>El constitucional</i> y <i>El amigo del país</i> se complacían en insultar
a Rosas y a sus seguidores en un lenguaje licencioso; del otro, <i>El Restaurador de las leyes</i> y <i>La Gaceta Mercantil</i> fustigaban de igual
guisa a los seguidores de Balcarce. Algo más informales, había otros pasquines
que descargaban aún mayor virulencia, publicando información personal de los
enemigos políticos. Tales periódicos eran, entre otros: <i>La Ticucha</i>, <i>El Gaucho del
Colorado</i>, <i>Los cueritos al sol</i>, <i>El tero embretado</i> y <i>El loco Machucabatatas.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Los documentos que presentamos a continuación se hallaron
a fines del siglo XIX, presumiéndose que fueron producidos en la década del 30
del mismo siglo. No se sabe aún quién los redactó, y sólo se encontraron estos
párrafos, que al parecer pertenecían a un escrito más extenso –tal vez a un
diario personal-. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Junto al escrito, también se descubrieron hojas
pertenecientes a diversos pasquines de la época. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Por razones editoriales, y de comodidad de nuestro
departamento de Marketing, el escrito particular encontrado fue dividido en
tres partes, las que están separadas por los
documentos periodísticos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Escritos
hallados en un aljibe. Parte I<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">(Continúa de una hoja que no fue encontrada)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">La verdad es que no sé adónde vamos a parar con todo
esto. Yo no sé qué le ven de bueno a eso de ventilar públicamente las intimidades,
mostrar las debilidades, entretenerse morbosamente con detalles los más
desagradables, como si todo no fuese más que un espectáculo público para
regocijo de sujetos que nada mejor tienen para hacer con sus respectivas vidas.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Qué se me importa a mí saber que la hija de tal tendero
es retardada mental y está de novia con el perro del aguatero, y quién podría
interesarse en los detalles íntimos de esta relación. Cuál, me pregunto, podría ser presuntamente mi interés
en saber que el militar tal tiene una relación con su sobrina de catorce años
(parece que no se lleva tan bien con su hermana, porque ahora además de hermana
va a ser su suegra) más allá de la curiosidad de que su madre (de quien sé
también un par de cosas, que tal vez más adelante comente) va a ser, cuando
nazca el fruto de ese amor, abuela y a la vez bisabuela de la misma persona. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Cómo, en el nombre de Dios, podría ser de mi incumbencia
el conocer los detalles de los encuentros íntimos de cierto cura con una
señorita de apellido irlandés, de cuyos antecesores (especialmente de la rama
femenina de su familia) tendría yo interesante información como para llenar más
de una enciclopedia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Pero no. No me interesa, ni podría nunca interesarme.
Tampoco eso que me han dicho de mi vecina, que dicen que está envenenando a la
hermana del zapatero, que a la vez parece que es la amante (del zapatero), para
quedarse con él, pero sobre todo con la zapatería. A todos los que andan en
esos asuntos de los comentarios yo les digo: ya veremos. Ya veremos si es
cierto. Y sobre todo, si se queda con la zapatería, ya veremos si mejora la
colección de zapatos que están trayendo, que hoy por hoy son lo más vulgares
que pueda una imaginarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Artículo
perteneciente al periódico <i>El humilde iluminado.
No como otros, asnos arrogantes, que vemos pastar en las orillas.<o:p></o:p></i></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Como todos sabemos, y ha sido harto
comprobado por los científicos de los países serios, la América posee un
influjo que es perjudicial para los organismos superiores. Así es que, tal como
lo suscribe certeramente Buffon, el león; que en otros continentes, como
Europa, es considerado por los hombres e incluso por los demás animales el rey de la selva, en
el continente americano no es más que un gato, carece de melena, es más pequeño,
más débil y hasta más cobarde que su modelo original. De esta forma, todas las
distintas especies, ya sean invertebradas, carnívoras o batracios (subreinos en
que se divide el reino animal), tienen en este sector del mundo similares
especímenes, que sin embargo salen siempre mal parados de una comparación con
la bestia original. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Es por eso que los cerdos, los
caballos, los asnos, los bueyes, los perros y las cabras que fueron
transportados por el hombre se empequeñecieron en América, e incluso los que
vinieron por su libre albedrío, también se han ido degradando al influjo
nefasto de este continente, tal es el caso de los corzos, ciervos, alces,
lobos, zorras, perdices y anfibios. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Ya nos muestra la ciencia, asimismo,
que si existe algún animal que no ha cambiado para mal en su comercio con el
nuevo mundo, es seguramente porque es un animal creado por Dios. Como ya se
demostró en Europa recientemente, los animales van cambiando sus formas según
sea su costumbre en la vida; por ejemplo, un caballo que intente alcanzar las
ramas más altas, de tanto prolongar el cuello, la lengua y las extremidades
anteriores, irá estirando sus órganos, y al cabo de varias generaciones se
transformará en otro animal, al que los biólogos llaman jirafa. Pero esto se
aplica solamente a los animales que no han sido creados por Dios, ya que los
que así fueron concebidos, por provenir de una voluntad perfecta, son por
definición inmutables. Por eso se razona que los animales que, estando en
América, no han retrogradado, es debido a que son creación divina, y por tanto
inmutables.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Pero el influjo negativo de América
hará que, aún los animales que no han sido creados por el Todopoderoso y que
por lo tanto deberían mejorar con el tiempo y la práctica, no logren cambios
positivos. En vano los caballos estirarán el cuello en nuestros campos, dado
que ni siquiera encontrarán árboles con ramas altas, que por la misma razón no
los hay (también nuestros vegetales son inferiores). Pero aunque los hubiera y
los caballos nuestros se pasaran la vida estirando el pescuezo, jamás
tendríamos una jirafa, como todo el mundo sabe que hay en varios zoológicos de
Europa. Muy por el contrario, nuestros caballos tienden a achicarse, creando la
raza de criollos y petisos, feos y desarreglados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Lo peor, y ahí nos vamos acercando al
meollo de la cuestión, es que lo mismo pasa con las personas. Buffon también
nos enseñó que la naturaleza del nuevo mundo es opuesta al desarrollo de los
grandes gérmenes, que como es de dominio público son los que engendran a los
grandes hombres. Por eso es que los indios americanos no tienen pelo ni barba,
ni ningún ardor para con sus hembras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">A causa de todos estos hechos, para
mitigar esta nefanda influencia del continente que habitamos, es que debemos
propender a las luces y la ciencia que nos llegan de Europa, en lugar de
pretender aislarnos, esconder la cabeza como el quirquincho (ahora que lo
menciono, es notable lo que hizo el continente con los enormes gliptodontes,
transformándolos en ese animalejo ni siquiera apto para la fabricación de
guitarras).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Es ése canallesco aislamiento el que
nos proponen los opositores. Un aislamiento que va acompañado, como si fuera
poco, de métodos de castigo los más
inhumanos, como son los azotes, el engrillamiento de prisioneros y el cielito <i>El restaurador de las leyes</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Para hacerlo aún más comprensible,
diría que este oscurantismo y aislamiento es como si, en una tarde de sol, en
lugar de permanecer bajo sus rayos para recibir la benéfica influencia del
astro rey, optáramos por refugiarnos en las penumbras, por ejemplo dentro de la
habitación de Remedios Encarnación Azconzábal, esposa por lo demás del bizarro
y heroico sargento Azconzábal, héroe de <i>Rincón
del Vago</i>, quien se halla en la expedición al desierto. Y ésta es
precisamente la actitud que ha tenido ayer por la tarde el inicuo Juan Jacinto
Olmos, en la vana esperanza de que nadie se enterase.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Y, por si no se entendió, lo repito:
Juan Jacinto Olmos, usted es un falluto y un gavilán cuya conducta, en un día
más cercano de lo que usted cree, se
verá castigada debidamente por la justicia de Dios y de los hombres.<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<b><span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Uno
que pasó por ahí<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Escritos
hallados en un aljibe. Parte II<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Es que ahora ya no es como antes. Antes una podía ponerse
a leer los periódicos en familia, y no iba a encontrar más que ideas
patrióticas, noticias del mundo de las artes y las ciencias, las últimas
novedades de la pasada temporada en Europa… en fin, un entretenimiento sano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Pero ahora no. ¿Qué se encuentra ahora en los periódicos,
como no sea crímenes, sangre, lujuria, delaciones, escenas de morbo sin igual? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Nada. Debe una enterarse que el señor X, de la Sala de
Representantes, se gasta todo su salario jugando a la taba, mientras que a su
esposa ya nadie le fía porque parece que a ella se le dá por apostar también en
las riñas de gallos. ¿Y a eso le llaman noticia? Con las cosas que yo sé de esa
señora, aún si me dieran un periódico entero, no me alcanzaría ni para el prólogo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Y ahora, gracias a la llamada libertad de prensa que ha
dispuesto el general Balcarce, y que la gran mayoría de pasquineros han
interpretado como un liso y llano libertinaje, esto es lo que nos han dejado,
esta miseria. Me pregunto: ¿Es esto libertad de prensa? ¿Lo es en realidad? Yo
digo que es basura, abyecta miasma en que se revuelca nuestra sociedad
putrefacta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Artículo
del periódico <i>La mulita escurridiza</i>,
aparentemente en respuesta al anterior.<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Está muy feo lo que
hace un escriba que firma de manera poco clara, dando a publicidad presuntas
faltas de otros individuos, en lugar de detener su mirada en la inmoralidad
propia. Pero sabemos que el lomo hay que mojarlo por el lado del pelo y que la
mejor forma de matar un zorrino es con las bolas ganándoles viento arriba, así
no pueden mear ni las bolas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Porque hete aquí que
no dudo en calificar a ese escritorzuelo como uno de esos animalejos del
demonio, que serán más pequeños que los europeos, pero cuyo olor se siente a
tres leguas. No quisiera entrar a discutir las razones científicas, cuestiones
todas de doctor de la ciudad en las que el infame salvaje se embarca, porque
bien mirado el asunto, no vienen al caso y porque, como aconseja siempre el
Restaurador, debe quedar en el campo la vaca recién parida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Porque el ojo del amo
engorda al ganado, y el campo debe estar libre de peones doctores, ya que debe
laborar por la prosperidad y la tranquilidad de todos, mientras otros no hacen
más que poner palos en las ruedas para trabar las carretas del progreso. Ellos
son los mismos que lograron que, mientras nuestra Patria veía alborozada un
futuro de paz y tranquilidad, tuviera que tragar, porque donde menos se piensa
salta la liebre. el remedio amargo de doctores que se llegaban para aplicar
recetas que nunca funcionarán entre nosotros. Y si bien en un momento creímos
que podíamos amansarlos con nuestros paternales consejos, todo lo que obtuvimos
fue traición y escarnio, porque la cabra siempre tira al monte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Y, sin más, paso a
decirle al que pasaba por ahí, en relación al mentado tema de la señora de
Azconzábal, que deben entrarse los capataces por entre la hacienda para
conocerla bien, y que es el dueño quien no debe permitir que su hacienda tome
querencia en lo ajeno. Aunque colijo que para un buen entendedor, pocas
palabras bastan, le aclaro que lo que pudo haber pasado, o no, en casa de la
nombrada señora, no era de su incumbencia y que por tanto debió prevalecer el
criterio de que en boca cerrada no entran moscas. Como dice don Juan Manuel: siempre
deben eliminarse los cuzcos ladradores, porque no sirven para nada. Para más si
son unos salvajes, como es su caso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Ahora bien, en cuanto
a la censura que usted hace de los azotes, estoy por comentarle que me extraña
lo que dice, dado que es mi inclinación pensar que su señora esposa no es de su
misma opinión. Y de esto me persuadí el otro día que pasé por su casa (era un
día en que usted se había ido temprano) y escuché como un ruido de azotes, y
una voz lujuriosa de mujer que, complacida, pedía más. Por eso digo que respeto
su opinión, pero me extraña que sea tan opuesta a la de su señora esposa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Y también por eso digo
que no siempre al que madruga Dios lo ayuda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<b><span style="font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Uno que vió luz y entró</span></b><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Escritos
hallados en un aljibe. Parte III<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Yo ya no sé adónde vamos a ir a parar. Como dice el
marido de mi amiga, que de esto entiende mucho porque tiene un libro de Reynal
y fue una vez a Montevideo: acá lo que se necesita es mano dura; un
Robespierre, un Torquemada.<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-60667865611579923432012-05-13T15:45:00.001-07:002012-05-14T15:15:17.076-07:00Corrientes y Reconquista. Monumento a Liniers<br />
<h1>
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una de espionaje y sexo en las invasiones inglesas</span></span></h1>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La particularidad de este monumento
a Santiago de Liniers es que lo ubicaron en la cuadra en que estaba la casa de
quien fuera su amante; Ana María Perichon, esposa del agente inglés Thomas
O'Gorman. ¡Al fin una de sexo y escándalo!
<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIwaJrPAonYHfzSchSt0k6oheTiZK2w3m3UIw6QVchV_gE7-C-64o2dFToFrWlN21n1sd6eedk-RawOdm-_jgBYdN4DyxUKud0uCsdWMF4BVjZmtvcs7eMU77L7l8QJKAUK7FMK5mamH4/s1600/monu2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIwaJrPAonYHfzSchSt0k6oheTiZK2w3m3UIw6QVchV_gE7-C-64o2dFToFrWlN21n1sd6eedk-RawOdm-_jgBYdN4DyxUKud0uCsdWMF4BVjZmtvcs7eMU77L7l8QJKAUK7FMK5mamH4/s320/monu2.jpg" width="176" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Monumento a Liniers. Corrientes<br /> y Reconquista. CABA.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> En 1806 Buenos
Aires estaba lleno de agentes de distinta procedencia. Convivían en la ciudad
una serie de aventureros que actuaban como agentes ingleses, portugueses y
franceses, a los que se sumarían los de las logias que iban a llevar adelante
el proyecto revolucionario. Algunos de estos agentes obedecían alternativamente
a más de un bando, y cambiaban su empleador de acuerdo a sus intereses
personales. En este contexto se conocieron los protagonistas de esta historia
de amor escandaloso: Santiago de Liniers y Ana Perichon.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ana era francesa . Hija de un próspero comerciante y nacida en la
isla Borbón, en el Océano Índico, se había casado con el agente secreto inglés
Thomas O'Gorman, quien se dedicaba a los negocios más redituables a fines del
siglo XVIII: el contrabando y el tráfico de esclavos. Como agente inglés en
Europa, O'Gorman se había contactado con el embajador hispano en Londres y le
había presentado un plan para, presuntamente, defender a Buenos Aires de los
ataques ingleses. Claro que la trampa era que ese plan lo habían ideado los
mismos ingleses y, por lo tanto, hubiera servido para facilitar la invasión.
Finalmente el proyecto llegó a manos del ministro Godoy (que decidía los
asuntos españoles en nombre del rey Carlos IV), quien lo desestimó.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Pero O'Gorman
-junto con otros agentes en Buenos Aires- seguía informando a los británicos
sobre la situación del Plata. La casa del matrimonio de Ana y Thomas, en la
actual calle Reconquista, cerca de Avenida Corrientes, era frecuentada por aventureros extranjeros.
Uno de ellos era el norteamericano William White, que pese a su apellido
también se había enriquecido gracias a la venta de negros. Este White era amigo
del almirante inglés Sir Home Popham, jefe de la armada británica. Como el
marino le debía unas cuantas libras, White le envió correspondencia para
convencerlo de que asaltara Buenos Aires y le devolviera el dinero, utilizando
para ello parte de la comisión por el robo del tesoro de la ciudad. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Los que eran más
que amigos eran Ana y otro agente inglés allegado a la familia, James Burke.
Este aventurero acompañaba a la francesa en los períodos en que su marido salía en viaje de negocios. Al parecer, la
relación con Burke fue anterior a que se conociera con Liniers. Por entonces sus dos hijos, producto del
matrimonio con O´Gorman, eran los otros afectos de Ana.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Santiago también había
nacido en Francia. Hijo de un oficial de la marina, desde muy joven se había
enganchado en una expedición española contra Argelia; desde entonces toda su
carrera la hizo peleando contra Inglaterra. Llegó a América con la fuerza de
Ceballos que expulsó a los portugueses de Colonia y desempeñó en el Virreinato numerosos
cargos militares y administrativos, pero en general estos empleos eran pagados
mal y con retraso por la corona
española. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> A fines del siglo
XVIII, su hermano, el conde Henry de Liniers, arribó a Buenos Aires con un permiso real para establecer en el Río de <st1:personname productid="la Plata" w:st="on">la Plata</st1:personname> una fábrica de
pastillas de caldo. Estos antecedentes de los caldos en cubitos, que aún
utilizamos, se habían ideado para alimentar a las tripulaciones y pasajeros de
los navíos, con el objeto de evitar tener que embarcar reses vivas. Con esta
intención los Liniers alquilaron la chacra de Altolaguirre, en el barrio actual
de <st1:personname productid="La Recoleta" w:st="on">La Recoleta</st1:personname>,
pero el cabildo de Buenos Aires no aprobó la ubicación, aduciendo el peligro de
contaminación del río. Adquirieron entonces una chacra a Lorea, que se
encontraba convenientemente ubicada sobre la actual calle Virrey Liniers en el
barrio de Almagro, pero la oposición del Cabildo, que defendía intereses de
ganaderos bonaerenses, desbarató el proyecto industrial. El conde Henry se
volvió a Europa y el pobre Santiago se quedó con los problemas y las deudas. Su
suerte pareció mejorar cuando obtuvo el cargo de gobernador militar de las
misiones jesuíticas, pero luego de menos de dos años de gestión, debió dejarlo con
el advenimiento del virrey Sobremonte, </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Entonces resolvió
volverse a Europa, pero su destino estaba aquí: cuando bajaba a Buenos Aires,
junto con su segunda esposa que estaba por dar a luz, una terrible epidemia
asoló la nave en que viajaban. Su mujer tuvo una nena, pero ambas murieron a
los pocos días. Cuando por fin Liniers arribó a Buenos Aires, Sobremonte debía
encontrarle un puesto en otro destino, acorde con los servicios prestados a la
corona. En eso estaban cuando, en 1806, llegaron los ingleses. Desde su puesto
en la ensenada de Barragán, el primero en verlos fue Santiago.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<h3>
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El amor y la guerra</span></span></h3>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> La buena relación
de Liniers con Ana Perichon y con el grupo de amigos de O'Gorman, fue
fundamental en la organización de la reconquista de Buenos Aires en 1806. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Como el puesto de
Liniers estaba en Ensenada, no participó de las luchas cuando los ingleses
desembarcaron en Quilmes y, como ellos pensaban que iban a ser bien recibidos,
en general no sospechaban de los porteños mejor posicionados. Mucho menos de
los que tenían relaciones sociales con un agente inglés, aunque tal vez
debieron tener en cuenta que en este caso las relaciones más íntimas eran con
la esposa.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Pese a todo, Liniers
se reunía con oficiales ingleses en casa de los O'Gorman. Thomas había sido
nombrado "comisario de víveres" por los invasores y vislumbraba un
futuro promisorio de continuar éstos gobernando Buenos Aires.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKmzdErfoB9EfLXpxLt12Df28OgCGfr8j4knaFwtleUpxhl7c7pjJhVZ2vDfw_i_bB09sam_GNISp4yRon96nO0Y9y8KI6x0zDtIfv6RRpkyz_zdAIHJW0dOr8B9H9_B3E479ukdo59yg/s1600/liniers.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="252" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKmzdErfoB9EfLXpxLt12Df28OgCGfr8j4knaFwtleUpxhl7c7pjJhVZ2vDfw_i_bB09sam_GNISp4yRon96nO0Y9y8KI6x0zDtIfv6RRpkyz_zdAIHJW0dOr8B9H9_B3E479ukdo59yg/s320/liniers.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La captura de Buenos Aires. Grabado inglés de la época</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Pero Liniers hizo
otros planes. ¿Qué lo decidió a encabezar la reconquista cuando en realidad no
estaba mal posicionado con los nuevos dueños de la ciudad?</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Probablemente una
combinación de razones: la lealtad a España y el hecho de ser enemigo histórico de Inglaterra, sin dudas. Pero también, acaso, la percepción de que la
apuesta por los invasores de Buenos Aires no era segura debido a que la gran
mayoría de la gente -entonces llamados "el populacho" o la
"clase inferior"- estaba dispuesta a resistir la ocupación
extranjera. Y ¿por qué no? el saber que, vencidos los ingleses, O'Gorman caería
en desgracia; sería desterrado o encarcelado, y ya no representaría un
obstáculo para sus encuentros con Ana.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Así comenzó Liniers
la conocida epopeya de la reconquista. Pasó a la banda oriental y desde allí
inició la organización de las milicias. Mientras recruzaba el Río de <st1:personname productid="la Plata" w:st="on">la Plata</st1:personname> junto con el oficial
español Gutiérrez de <st1:personname productid="la Concha" w:st="on">la Concha</st1:personname>,
mientras desembarcaba en el actual Río Reconquista, entonces llamado Río de las
Conchas, algo siempre le recordaba a su amada. Es que junto a él estaba Juan
Bautista Perichon, hermano de Ana y fiel ayudante de campo durante toda la
campaña.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<h3>
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¡Qué noche, Teté!</span></span></h3>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Gracias al
entusiasmo del "populacho" y las milicias, los últimos esfuerzos de
Liniers durante la reconquista fueron para contener a la multitud y garantizar
la vida de los invasores. Fue entonces que se produjeron hechos heroicos, como
el de Manuela Pedraza, quien entró a <st1:personname productid="la Plaza Mayor" w:st="on"><st1:personname productid="la Plaza" w:st="on">la Plaza</st1:personname>
Mayor</st1:personname> junto con su marido, mató a un soldado inglés, tomó su
arma y participó del ataque final.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Pero una vez
reconquistada la ciudad, las relaciones entre los integrantes de la clase
principal porteña, los oficiales ingleses y sus espías, siguieron siendo
cordiales. Ya lo eran antes: Mariquita Sánchez de Thompson comentó en sus
memorias la invasión cual si fuera un desfile
de modas. Para ella las tropas británicas eran <i>"las más lindas que se
podían ver, el uniforme más poético, botines de cintas punzó cruzadas, una
parte de la pierna desnuda, una pollerita corta (...) Este lindo uniforme,
sobre la más bella juventud, sobre caras de nieve. La limpieza de estas tropas
admirables, qué contraste más grande</i>". En cambio los nuestros daban
lástima: "<i>todos rotos, en caballos sucios, mal cuidados, todo lo más
miserable y lo más feo, con unos sombreritos chiquititos encima de un pañuelo
atado a la cabeza"</i>. Tal vez por eso su marido, Martín Thompson, había sido
confirmado por el comandante inglés Beresford como Capitán del Puerto. La dama
patriota también justificó al virrey Sobremonte, quien la había ayudado
autorizando el casamiento con su primo Thompson, y a quien cuando le avisaron
del desembarco prefirió quedarse a ver una obra de teatro para después huír:
<i>"¡Qué noche! </i>-nos dice Mariquita- <i>¡Cómo pintar la situación de este virrey, a quien se acrimina
toda esa confusión y demasiado se hizo en sacar y salvar los caudales!"</i>.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Lo cierto es que
una vez terminado el incidente bélico, Beresford fue recluído en Luján, pero
poco después se facilitó su fuga; White fue encarcelado, pero Liniers pidió por
su liberación y hasta le vendió su chacra; y muchos oficiales quedaron en
libertad.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> En fin, que el
único que se tuvo que ir fue el bueno de Thomas O'Gorman. Y entonces sí, Santiago se
mudó a la casa de la actual calle Reconquista, en donde hoy tiene su monumento,
y allí compartió su vida con Ana por un breve tiempo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Pero si el poder
ganado por Liniers tras la invasión los había unido, las dificultades de la
gestión como Virrey iban a separarlos. Fueron blanco de continuas
murmuraciones: se decía que Ana decidía por el virrey, la acusaban de malversación de fondos, de favorecer a los
ingleses, protestaban porque el hermano de Ana se había casado con una hija de
Liniers sin el permiso real. Faltaba que la tildaran de "yegua", pero
en cambio comenzaron a llamarla despectivamente "la perichona". Para
colmo, el espía Burke, despechado
y con absoluta ausencia de códigos de caballero inglés, hizo público que había
sido amante de la francesa, acusándola a su vez de trabajar para Inglaterra. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Por todo esto
Liniers tuvo que desterrar a Ana Perichon a Río de Janeiro. Y nunca más se
vieron. La historia del virrey no terminó bien y, como se sabe, fue fusilado en
Córdoba después de la revolución de mayo de 1810. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Ana, por su parte,
siguió con su vida escandalosa y se anotó aún un resonante romance en Río: fue
con el embajador inglés Lord Strangford. Se dice que por esto
también la expulsaron de Brasil. Volvió a Buenos Aires, se recluyó en
una estancia que tenía y desde allí se dedicó a casar a sus hijos. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Murió en 1847, unos
días antes de que su nieta, Camila O'Gorman, huyera con el cura Ladislao
Gutiérrez. Pero, claro, esa ya es otra historia.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<h2>
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Bibliografía</span></span></h2>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cañás, Jaime. <i>Qué hicieron los
agentes secretos en el Río de <st1:personname productid="la Plata. Plus" w:st="on"><st1:personname productid="la Plata." w:st="on">la Plata<span style="font-style: normal;">.</span></st1:personname><span style="font-style: normal;"> Plus</span></st1:personname><span style="font-style: normal;"> Ultra. Buenos Aires. 1970.</span></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ferla, Salvador. <i>Historia
argentina con drama y humor</i>. Peña Lillo Editor. Buenos Aires. 1985.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Maronese, Leticia. <i>La mujer y
la vida cotidiana a comienzos del siglo XIX</i>. En Invasión, reconquista y
defensa de Buenos Aires (1806-1807). Comisión para <st1:personname productid="la Preservación" w:st="on">la Preservación</st1:personname> del
Patrimonio Histórico y Cultural de <st1:personname productid="la Ciudad" w:st="on">la
Ciudad</st1:personname> de Buenos Aires. Buenos Aires. 2007</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Quesada, María Sáez. <i>Mariquita
Sánchez. Vida política y sentimental</i>. Sudamericana. Buenos Aires. 1995.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sosa de Newton, Lily. <i>Diccionario
biográfico de mujeres argentinas</i>. Plus Ultra. Buenos Aires. 1980.</span></span></div>Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-89907078982474155862012-04-02T17:43:00.001-07:002012-04-02T17:50:39.156-07:00San Martín 275. Ciudad de Buenos Aires<h1><span lang="ES-AR" style="color: navy;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Banco Central: Arquitectura gemela y origen inglés<o:p></o:p></span></span></h1><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><br />
</div><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCSiZTSWGoo2a0YjgCwzThimbzT4aycBXr39CClslPjJxr_11cPKISomrnIFApnywb_K6SEc8nEOPoCPQNEUWdqxNFks31nL4y65WYNjf6cQUzzYYt_q__a62fLTToKxblGySfi3R3b5w/s1600/bcraX2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCSiZTSWGoo2a0YjgCwzThimbzT4aycBXr39CClslPjJxr_11cPKISomrnIFApnywb_K6SEc8nEOPoCPQNEUWdqxNFks31nL4y65WYNjf6cQUzzYYt_q__a62fLTToKxblGySfi3R3b5w/s320/bcraX2.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A la izquierda el edificio de la calle San Martín, de 1876.<br />
Al lado la imitación, de 1940, sobre la paralela Reconquista</span></td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><b><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ubicados en el barrio de San Nicolás, dentro de la llamada City Porteña, los edificios del Banco Central constituyen un curioso ejemplo de arquitectura gemela. Ahora que se discuten sus funciones y su carta orgánica, cabe recordar que su fundación, en 1935, fue fruto de cláusulas secretas de un pacto que dio a Inglaterra el manejo completo de la economía argentina durante la llamada década infame.<o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En estos días de debate parlamentario, en los que tanto se menta la independencia del Banco Central argentino con respecto al gobierno de turno, no está de más recordar que en sus orígenes, el BCRA no era independiente, ya que había sido ideado, proyectado y dirigido desde Inglaterra. ¿Será para tanto?, se preguntará el lector incrédulo.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Parece que sí: en 1929, debido a la tremenda crisis económica internacional, los países reaccionaron cerrando sus economías. Inglaterra, que para Argentina era por entonces el principal comprador de productos agropecuarios, decidió adquirirlos en sus dominios imperiales. Así quedó estipulado en los Acuerdos de Otawa, de 1932: Australia, Canadá y Sudáfrica abastecerían de productos primarios a Inglaterra.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El gobierno argentino del general Agustín P. Justo, heredero del golpe de estado de 1930 contra el presidente Hipólito Yrigoyen, con muy poco margen para presionar, debió presentarse en Londres para negociar con Inglaterra la colocación de los productos primarios argentinos, principalmente la carne y el trigo, en ese mercado. Su enviado fue el vicepresidente, Julio Argentino Roca (hijo), secundado por varios funcionarios vinculados con importantes empresas inglesas con intereses en Argentina. El resultado de estas negociaciones de tres meses fue el polémico pacto Roca-Runciman. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En él se estipulaba que Inglaterra garantizaba la compra de una cuota no menor que lo adquirido en años anteriores, pero todo ese comercio se haría por medio de frigoríficos ingleses, prohibiéndose la actuación de argentinos en esa actividad, a excepción de pequeñas cooperativas. Esto garantizaba de hecho el monopolio inglés en el comercio de carnes argentinas. De esta forma, Inglaterra manejaría el flete ( a través de los ferrocarriles), la faena, el enfriado, el comercio, los seguros y el transporte marítimo, es decir, casi todo el valor agregado de la cadena comercial y productiva.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero el Tratado tuvo otras cláusulas, algunas de ellas, secretas. Éstas tenían que ver con áreas clave de la economía, que aún hoy son temas no resueltos en nuestro país: energía, sistema de transporte, control del crédito y la emisión monetaria. En transportes, por ejemplo, los ingleses obtuvieron la ley de Coordinación, que favorecía a las empresas británicas de tranvías, subterráneos y trenes, ante la fuerte competencia de los colectivos, que habían nacido del ingenio de un taxista a raíz de la crisis, y que por ser más baratos y más flexibles, le estaban sacando muchos pasajeros a los otros medios.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La creación del Banco Central<o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fue otra de las consecuencias del pacto. El modelo de Banco Central que se implementó fue diseñado por Sir Otto Niemeyer, director del Banco de Inglaterra. Era un Banco mixto (parte estatal y parte privado) que le otorgaba a la banca privada de capital británico el control financiero del país. El creado BCRA "le impuso al estado obligaciones (debía poner la mitad de los capitales), pero no derechos: no tenía poder de decisión (sólo cinco directores entre doce) ni la capacidad de tomar préstamos para el gobierno nacional, provincial y municipal" .<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/bcra.doc#_edn1" name="_ednref1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[1]</span></span></span></a><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">De esta forma, la institución que desde 1935 discernía el manejo de las divisas, orientaba el crédito y emitía moneda, no respondía al estado argentino, sino a los intereses del Imperio Británico a través de sus empresas. Si bien nominalmente el Estado Argentino estaba representado, "su directorio estaba compuesto por representantes de las actividades agropecuarias y de los bancos extranjeros y nacionales; pero analizando la composición real de esos bancos y de esas actividades, se caía en la cuenta de que la mayoría de los votos de su directorio estaba en poder de los intereses británicos a través del núcleo de invernadores esclavizados a los frigoríficos extranjeros, de la banca privada ligada al sistema financiero imperial; del gran comercio metropolitano, agente importador de Gran Bretaña y de su Presidente, designado por un Poder Ejecutivo sirviente de los intereses ingleses".<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/bcra.doc#_edn2" name="_ednref2" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[2]</span></span></span></a><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Antes del tratamiento de la ley en el Congreso, el doctor Manuel Fresco, que era presidente de <st1:personname productid="la C£mara" w:st="on">la Cámara</st1:personname> de Diputados y a la vez empleado de los ferrocarriles ingleses (esta combinación de empleos no era extraordinaria), viajó a Londres premiado por la empresa en la que trabajaba. Allí un empresario le preguntó por el estado parlamentario de la ley de creación del BCRA y le requirió su opinión sobre Raúl Prebisch, quien sería el presidente de la entidad bancaria. Según reconoció el mismo diputado, más que Fresco se quedó frío, ya que ni conocía a Prebisch, ni tenía idea de la existencia del proyecto de creación del Banco, pese a que muy poco tiempo después sería aprobado por la cámara que él presidía.<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/bcra.doc#_edn3" name="_ednref3" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[3]</span></span></span></a><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Otros historiadores presentan un punto de vista más moderado. Según Robert Potash, no todas las indicaciones inglesas fueron aprobadas en el Congreso. Incluso, muchas de ellas se incluyeron más que nada debido a que las propuestas extranjeras tenían más prestigio que las originadas en el país. Así lo reconoció el propio ministro de Finanzas de la época, Federico Pinedo: "Sabíamos que por una curiosa modalidad del espíritu colectivo, en ese momento se facilitaba la adopción de las iniciativas del gobierno si podíamos presentarlas como coincidiendo en mucho con lo aconsejado por el perito extranjero".<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/bcra.doc#_edn4" name="_ednref4" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[4]</span></span></span></a> Agrega el historiador norteamericano que "esta actitud hacia los modelos extranjeros aún no ha desaparecido totalmente de Argentina".<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/bcra.doc#_edn5" name="_ednref5" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[5]</span></span></span></a><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El pacto Roca–Runciman tuvo en el Congreso, con el radicalismo ausente, una vehemente oposición del senador Lisandro de <st1:personname productid="la Torre" w:st="on">la Torre</st1:personname>, que representaba a los productores agropecuarios del litoral y se oponía al monopolio inglés de los frigoríficos. El intento de asesinato de que fue objeto en el recinto mientras denunciaba estos negociados derivó, por mala puntería, en la muerte de su compañero de bancada Enzo Bordabehere. La historia de este episodio puede verse en la película Asesinato en el Senado de <st1:personname productid="la Nacin" w:st="on">la Nación</st1:personname> (1984), de Juan José Jusid, con Pepe Soriano como De <st1:personname productid="la Torre" w:st="on">la Torre</st1:personname> y Miguel Angel Solá como el matón al servicio de los conservadores, comandados por los ministros Federico Pinedo (de finanzas) y Luis Duhau (de agricultura). <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tal vez, para algunos, estos apellidos aún suenen familiares.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><b><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los edificios del BCRA<o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCc1GRPli_OuJw-VE76O4lMpLNNTGiD-qmo-kuJ7sJJXo71fiozSvgQnNiQxvoV2WHS2z96p0_6E8yr7nf_vYsX35eTOF0WpRRkHzF1uvtu3Fx7uYxOMLvVsAgZ679K1wYHeKK6XdPE3M/s1600/antiguosanmartinbcra.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCc1GRPli_OuJw-VE76O4lMpLNNTGiD-qmo-kuJ7sJJXo71fiozSvgQnNiQxvoV2WHS2z96p0_6E8yr7nf_vYsX35eTOF0WpRRkHzF1uvtu3Fx7uYxOMLvVsAgZ679K1wYHeKK6XdPE3M/s320/antiguosanmartinbcra.jpg" width="213" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La fachada sobre San Martín a fines<br />
del siglo XIX. Es el edificio bancario<br />
más antiguo de Buenos Aires.</span></td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;">Cuando fue creado, en 1935, el Banco Central ocupó una construcción que había sido levantada para ser sede del Banco Hipotecario de <st1:personname productid="la Provincia" w:st="on">la Provincia</st1:personname> de Buenos Aires. Este edificio, erigido en 1872, queda en la calle San Martín 275 y aún es utilizado. Constituye la edificación bancaria más antigua de la ciudad de Buenos Aires que aún está en pie. </span><span lang="ES-AR">Las obras, que demandaron cuatro años, se completaron en 1876, y son un exponente de la corriente italianizante del segundo período. La fachada es monumental, con columnas y pilastras que abrazan los dos pisos. Desde el hall central, y a través de la balaustrada del primer piso, puede verse una galería con los retratos de quienes fueron presidentes de la entidad.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En 1937 se reformó una fracción del contrafrente y en el centro de la manzana se construyó el anexo, al que se denominó Central, que es una torre con características racionalistas. En 1940 se construyó el frente opuesto, en Reconquista 266, que imita la fachada del edificio más antiguo, el de San Martín.<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/bcra.doc#_edn6" name="_ednref6" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[6]</span></span></span></a></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES-AR">De esta forma se configura un eje que conecta ambas caras de la manzana, con dos fachadas muy similares, de lenguaje monumental, con largas columnas, pilastras y balaustradas; y una torre central en el centro de la manzana, de estilo racionalista, que une estos dos edificios.</span><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 150%;"><b>Notas</b></span></div><div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br clear="all" /> </span><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="edn1"><div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/bcra.doc#_ednref1" name="_edn1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[1]</span></span></span></span></a><span lang="ES-AR"> Wischñewvsky, Sergio. <i><span style="letter-spacing: -0.9pt;">Historia crítica del Banco Central</span></i>.</span></span></div></div><div id="edn2"><div class="MsoEndnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/bcra.doc#_ednref2" name="_edn2" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[2]</span></span></span></span></a><span lang="ES-AR"> Ramos, Jorge. <i><span style="letter-spacing: -1pt;">Revolución y Contrarrevolución en <st1:personname productid="la Argentina." w:st="on">la Argentina<span style="font-style: normal; letter-spacing: 0pt;">.</span></st1:personname></span></i></span></span></div></div><div id="edn3"><div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/bcra.doc#_ednref3" name="_edn3" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[3]</span></span></span></span></a><span lang="ES-AR"> Torres, José Luis. <i>La oligarquía maléfica</i>.</span></span></div></div><div id="edn4"><div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/bcra.doc#_ednref4" name="_edn4" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[4]</span></span></span></span></a><span lang="ES-AR"> Pinedo, Federico. <i>En tiempos de <st1:personname productid="la Repblica." w:st="on">la República<span style="font-style: normal;">.</span></st1:personname></i></span></span></div></div><div id="edn5"><div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/bcra.doc#_ednref5" name="_edn5" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[5]</span></span></span></span></a><span lang="ES-AR"> Potash, Robert. <i><span style="letter-spacing: -1pt;">El ejército y la política en <st1:personname productid="la Argentina." w:st="on">la Argentina.</st1:personname> 1928-1945</span></i><span style="letter-spacing: -1pt;">.<o:p></o:p></span></span></span></div></div><div id="edn6"><div class="MsoEndnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/bcra.doc#_ednref6" name="_edn6" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[6]</span></span></span></span></a><span lang="ES-AR"> Banco Central de <st1:personname productid="la República Argentina." w:st="on"><st1:personname productid="la República" w:st="on">la República</st1:personname> Argentina.</st1:personname> Página web oficial.</span></span></div><div class="MsoEndnoteText"><br />
</div><div class="MsoEndnoteText"><br />
</div><div class="MsoEndnoteText"><br />
</div><div class="MsoEndnoteText"><br />
</div><h3><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Bibliografía</span></span></h3><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoEndnoteText"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Banco Central de <st1:personname productid="la República Argentina." w:st="on"><st1:personname productid="la República" w:st="on">la República</st1:personname> Argentina.</st1:personname> Página web oficial. Disponible en <a href="http://www.bcra.gov.ar/">http://www.bcra.gov.ar/</a></span></span></div><div class="MsoEndnoteText"><br />
</div><div class="MsoEndnoteText" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pinedo, Federico. <i><span style="letter-spacing: -1pt;">En tiempos de <st1:personname productid="la República. Editorial" w:st="on"><st1:personname productid="la República." w:st="on">la República<span style="letter-spacing: 0pt;">.</span></st1:personname><span style="font-style: normal; letter-spacing: 0pt;"> Editorial</span></st1:personname><span style="font-style: normal; letter-spacing: 0pt;"> Mundo Forense. Buenos Aires. 1946</span></span></i></span></span></div><div class="MsoEndnoteText"><br />
</div><div class="MsoEndnoteText"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Potash, Robert. <i>El <span style="letter-spacing: -1pt;">ejército y la política en <st1:personname productid="la Argentina." w:st="on">la Argentina.</st1:personname> 1928-1945</span></i>. Sudamericana. Buenos Aires. 1984</span></span></div><div class="MsoEndnoteText"><br />
</div><div class="MsoEndnoteText"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ramos, Jorge. <i><span style="letter-spacing: -1pt;">Revolución y Contrarrevolución en <st1:personname productid="la Argentina. Plus" w:st="on"><st1:personname productid="la Argentina." w:st="on">la Argentina<span style="letter-spacing: 0pt;">.</span></st1:personname><span style="font-style: normal; letter-spacing: 0pt;"> Plus</span></st1:personname><span style="font-style: normal; letter-spacing: 0pt;"> Ultra. Buenos Aires. 1972</span></span></i></span></span></div><div class="MsoEndnoteText"><br />
</div><div class="MsoEndnoteText"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Torres, José Luis. <i><span style="letter-spacing: -1pt;">La oligarquía maléfica</span></i>. Ediciones Centro Antiperduélico Argentino. 1953</span></span></div><div class="MsoEndnoteText"><br />
</div><div class="MsoEndnoteText"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Wischñewvsky, Sergio. <i><span style="letter-spacing: -1pt;">Historia crítica del Banco Central</span></i><span style="letter-spacing: -1pt;">,</span> en Diario Crítica. Buenos Aires. 2010, disponible en <a href="http://criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=38148">http://criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=38148</a></span></span></div></div></div>Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-51839874318928620162012-03-11T19:06:00.001-07:002012-03-11T20:14:22.581-07:00Posadas y Bioy Casares (ex Schiaffino)<h1></h1><h1><span lang="ES-AR" style="color: navy;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La casa del héroe de las mujeres<o:p></o:p></span></span></h1><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><b><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En la residencia de seis pisos y lenguaje academicista francés, con vista a <st1:personname productid="La Biela" w:st="on">La Biela</st1:personname> y el cementerio, proyectada por Alejandro Bustillo, vivió el matrimonio literario más importante de <st1:personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</st1:personname>, que integraban Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo. Allí se conocieron y se enamoraron. También en este hogar escribieron y discutieron sus obras, muchas veces en companía de Jorge Luis Borges.<o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJL_8SovV08r6z6PPVIXn6jO0WuZWDfHsJItqTsue75RVnXOAw1TP0TEfXyR6PCNgAUYiI_dlPPI_W-MTZUHOLebvHLWyc3x_aTIgHcI0UDZMgMvFjKKljynZTJpzAYXk87Wdy6Vyr6Dc/s1600/casabioy2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJL_8SovV08r6z6PPVIXn6jO0WuZWDfHsJItqTsue75RVnXOAw1TP0TEfXyR6PCNgAUYiI_dlPPI_W-MTZUHOLebvHLWyc3x_aTIgHcI0UDZMgMvFjKKljynZTJpzAYXk87Wdy6Vyr6Dc/s320/casabioy2.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vista de la residencia desde la plaza San Martín de Tours</span></td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al final, la casa debió parecerle enorme y vacía a Bioy. Primero había perdido a su hija Martha en un accidente y sufrido la enfermedad y la muerte de Silvina. Luego llegó el día en que Borges lo llamó para despedirse, antes de emprender el viaje a Europa del que sabía que no iba a regresar.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Así fue que, tras los ventanales del quinto piso de la mansión, que dan a la plaza San Martín de Tours, el escritor se fue quedando solo, con su biblioteca, con los proyectos de sus últimas obras y con su fiel criada Jovita (los Bioy la llamaban Jova) que al final fue la que contó en sus memorias la historia íntima del matrimonio literario.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Según Jova, con el paso de los años, la vida en la residencia no era lo feliz que el glamour de sus habitantes podía hacer suponer. Por ejemplo, las salidas del escritor con alguna de sus numerosas amigas no eran del agrado de Silvina. Si bien aceptaba que Bioy tuviera amantes ocasionales, no quería que alguna de esas relaciones pasara a mayores, y odiaba que su esposo no respetara los horarios establecidos. Es decir que podía salir con sus amigas siempre que regresara para la hora de la cena. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero si no era el caso, Silvina se instalaba en un sillón que colocaba cerca de la puerta y allí esperaba, hasta oír que su esposo, cinco pisos más abajo, abría y cerraba las del ascensor. Entonces se recluía en alguna de las numerosas habitaciones del piso, o se iba a su cuarto a pretender que estaba dormida.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Otro temor de Silvina era que su marido la dejara debido a que ella no podía darle hijos. Con el paso de los años, estos miedos llevaron a que la pareja adoptara a una hija de Bioy con otra mujer. La relación de Silvina con Marta Bioy (la adoptada) no era mala, pero no podía evitar al verla, el recordar su imposibilidad de tener hijos y los tratos de Bioy con la madre biológica.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando Silvina finalmente enfermó y comenzó a desvariar, Bioy la llenó de enfermeras que no debían nunca dejarla sola. A causa de esto ella se ofendió y nunca más le habló, pese a que Bioy se arrodillaba frente a ella todas las mañanas para suplicarle que no le hiciera eso.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El tema del rechazo a la idea de la vejez y la muerte puede verse en varias de las obras de Bioy, y no sólo de las últimas, sino que ya en <i>La invención de M</i>orel y <i>Diario de la guerra del cerdo</i> estos temas están presentes. En el prólogo de <i>El héroe de las mujeres</i> el autor asumió que una de sus obsesiones literarias fue la búsqueda de un método para postergar la vejez: a lo mejor, decía, "busco métodos literarios en la esperanza de hallar uno verdadero". En <i>Guirnalda con amores </i>incluyó sobre el tema algunas anotaciones y aforismos. Por ejemplo, en el titulado <i>Nuestro camino</i> escribe que "<i>En el camino de la muerte sólo hay héroes".</i> En <i>Una vida mejor</i>, pone: "<i>Qué agradable sería la vida si concluyera un poco antes de la muerte".<o:p></o:p></i></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin embargo, al principio todo era distinto. Ambos provenían de familias bien, los dos eran ricos y ya tenían su prestigio entre los de su clase. Adolfo (llamado Adolfito entonces por sus amigos y familiares) ya era escritor, y Silvina era muy buena pintora: había estudiado en Europa con De Chirico y tenía su estudio en el sexto piso de la mansión. Pertenecían al grupo de la vanguardia artística y cultural del país, comandada por Victoria Ocampo, una hermana mayor de Silvina, que editaba la prestigiosa revista Sur y obligaba a todo el grupo a congregarse en torno de la personalidad europea de moda, en la mítica residencia que poseía en San Isidro.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se conocieron por iniciativa de la madre de Bioy, que admiraba la inteligencia de las Ocampo y creía que Silvina era de ellas la más inteligente. Lo que no previó la señora Casares fue el enamoramiento súbito de Adolfito y Silvina: desde que se conocieron, ya no se separaron. Para la madre de Bioy fue un duro golpe, dado que su nuera era once años mayor que su hijo, situación que no era bien vista en la alta sociedad de la época. Pese a esto, la relación continuó, y Silvina fue para Bioy "una gran amiga y una gran compañera", a la que además le reconocía más que talento, genialidad.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Eran los tiempos felices. Compartian sus días; a veces escribían juntos en esta residencia o en Villa Silvina, una de las casas de los Ocampo en Mar del Plata; soportaban mutuamente las imposiciones de Victoria, la hermana mandona de Silvina; recibían a Borges para cenar. A veces éste entraba a los gritos, afirmando que había hablado con una de las protagonistas del cuento que estaban escribiendo con Bioy, y que ésta le había dicho por qué tal personaje no podía nunca ser el asesino y cuál otro sí podía serlo.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aquellos años dejaron la obra en colaboración entre Silvina y Adolfo, como "Los que aman, odian", los cuentos satírico-policiales que escribiera Borges con Bioy, y por supuesto, la obra del autor de <i>La invención de Morel</i> y <i>Dormir al sol.<o:p></o:p></i></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ahora, gracias a su inmortal obra, y a la existencia de esta casa de los Ocampo-Casares, Schiaffino, una calle de sólo dos cuadras, ha debido resignar la mitad y sólo conserva la cuadra que lleva del Hotel Plaza Francia, casi en Libertador, al Palais de Glace. La otra, que bordea la plaza y que termina en Avenida Alvear, en frente de <st1:personname productid="La Biela" w:st="on">La Biela</st1:personname>, ahora se llama Adolfo Bioy Casares (¿cómo no iba a ser escritor alguien con las iniciales ABC?).<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Desde el noventa y nueve, Adolfo descansa ahí nomás, en el Cementerio de <st1:personname productid="La Recoleta. Si" w:st="on">La Recoleta. Si</st1:personname> su alma reposa feliz, como un perro durmiendo al sol, tal vez recuerde la primera vez que vió a su mujer. El propio Bioy lo relató en una entrevista: "Silvina tenía en el sexto piso, en el piso de arriba, su atelier donde pintaba. Entonces ella me recibió, subimos hasta su atelier y creo que ya en el ascensor nos besamos. A partir de ahí fuimos amantes durante casi diez años y después nos casamos".<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">"Creo –también dijo entonces- que Silvina fue la mujer menos convencional que he conocido. A veces tengo la impresión de que he vivido un poco distraído a su lado, que no la he cuidado bastante".<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><h3><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Bibliografía</span></span></h3><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Arias, Silvia. Los Bioy. Tusquets. Buenos Aires, 2002.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Bioy Casares, Adolfo. <i>Guirnalda con amores</i>, Emece, Buenos Aires, 1959.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Bioy Casares, Adolfo. <i>El héroes de las mujeres</i>, Emece, Buenos Aires, 2005.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">López, Sergio. <i>Palabra de Bioy</i>, Emece, Buenos Aires, 2000.</span></span></div>Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-43769109613731479592012-02-28T13:02:00.000-08:002012-02-28T13:02:38.871-08:00Sierra Chica. Provincia de Buenos Aires<h1><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><st1:personname productid="La Gran" w:st="on"><span lang="ES-AR" style="color: navy;">La Gran</span></st1:personname><span lang="ES-AR" style="color: navy;"> victoria de los Pampas<o:p></o:p></span></span></h1><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><b><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sierra Chica, cerca de Olavarría, es conocida por su explotación de canteras de granito rojo y por el complejo penitenciario. Pero allí, en 1855, tuvo lugar el combate del mismo nombre, entre las fuerzas militares de <st1:personname productid="la Provincia" w:st="on">la Provincia</st1:personname>, y las tribus de Catriel, Cachul y Calfulcurá. La catastrófica derrota del General Mitre en esa ocasión, pese a que se había hecho "responsable hasta de la cola de la última vaca", hizo retroceder la fronteras a límites anteriores al gobierno de Rosas. También determinó el retorno de la política de pactos con ciertas tribus, a las que se intentó utilizar políticamente como fuerza de choque.<o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><i><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ansí en mi moro, escarciando,<o:p></o:p></span></span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><i><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Enderecé a la frontera.<o:p></o:p></span></span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><i><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aparcero, si usté viera<o:p></o:p></span></span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><i><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo que se llama cantón...<o:p></o:p></span></span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><i><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ni envidia tengo al ratón<o:p></o:p></span></span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><i><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En aquella ratonera.<o:p></o:p></span></span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">José Hernández. <i>El gaucho Martín Fierro</i></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><h3 style="line-height: 150%;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Antecedentes</span></span></h3><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Todos tenían grandes esperanzas depositadas en Bartolomé Mitre. El entonces coronel y ministro de guerra iba a debutar en el campo de batalla y, como si fuese Cassius Clay o Ringo Bonavena, antes del combate se plantó en Azul con un látigo en la mano y en un discurso memorable proclamó que esa arma le bastaba para terminar con los indios y que se hacía responsable hasta de "la cola de la última vaca de la provincia"<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_edn1" name="_ednref1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Mitre había llegado al Azul con poderosas fuerzas (900 hombres de las tres armas) y se disponía a escarmentar a Calfulcurá (Piedra Azul), quien había alentado los malones del último año contra las poblaciones y estancias de Tres Arroyos, Bahía Blanca, 25 de Mayo, Bragado y el mismo Azul, causando terror entre los habitantes del oeste y el sur de la provincia de Buenos Aires. Estos ataques, como siempre ocurrió, estaban relacionados con la situación política del país: tras la caída de Rosas se desmoronó el sistema que éste había ideado para tratar con las distintas etnias, basado en un trato amistoso con Calfulcurá, quien recibía las prestaciones del estado bonaerense y las distribuía entre los otros grupos, y en la fortificación de los ríos Colorado y Negro para cortar el paso de ganado robado hacia Chile, donde podía ser vendido. Luego de la batalla de Caseros ambas políticas fueron abandonadas y el jefe indio, al no recibir los víveres y ver el camino libre para comerciar el ganado, comenzó a alentar los malones<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_edn2" name="_ednref2" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a>.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Por su parte Buenos Aires, que ya se había separado de <st1:personname productid="la Confederacin" w:st="on">la Confederación</st1:personname> de Urquiza, culpaba a éste de ser socio de Calfulcurá para perjudicarla. Cuando en realidad, apenas uno intentaba comprender la actitud de los pueblos pampas notaba que no tenían otra opción que actuar de esa manera para alimentar a su población y de paso aprovechar las ventajas comerciales.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><h3 style="line-height: 150%;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La batalla de Sierra Chica</span></span></h3><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Y allí vá Mitre a buscar a los maloqueadores Catriel y Cachul. Según cuenta Alvaro Yunque, el plan ideado es que él sorprenda "las tolderías de Cachul y Catriel en el sur, ayer indios mansos, hoy componentes de la confederación de Calfulcurá. El coronel Laureano Díaz, con una división del ejército, flanqueará esas tolderías y se reunirá con Mitre para exterminarlos. Pero Mitre no sorprende a Cachul y Catriel. Por el contrario, éstos lo reciben dispuestos a la batalla. Se la dan, huyen, según su táctica de pelea, y cuando los soldados se entregan al saqueo de los toldos son sorprendidos por un nuevo ataque y derrotados"<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_edn3" name="_ednref3" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>. Entonces Mitre debe retroceder y sólo encuentra salvación ascendiendo con lo que queda de sus tropas a Sierra Chica, una colina de mediana elevación que se distingue a simple vista desde Azul. Allí queda absolutamente sitiado por los indios el 31 de mayo de 1855. Es entonces cuando desde esta elevación del terreno los vigías divisan una polvareda y festejan. Sin duda, piensan, se trata de las tropas de Díaz, que vienen en su ayuda. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Pero las malas noticias no cesan. No es Díaz quien llega, sino el mismísimo Calfulcurá, que al frente de 500 guerreros se ha infiltrado entre Díaz y Mitre y marcha a aniquilar a este último. La huida se hace perentoria. El mismo Mitre admite que escaparon por la noche intentando que el cacique no llegara a organizar el ataque. El entonces ministro de guerra cuenta que "antes de marchar, se ordenó dejar encendidos todos los fogones, dándoles pábilo con grasa de potro para que durasen más y dejando en pie dos tiendas de campaña, lo que unido a la mancha negra, producida por 1.200 caballos que encerraba el cuadro, formaba una ilusión completa"<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_edn4" name="_ednref4" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a>. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Es decir, una huída poco decorosa, dejando en poder del enemigo la artillería y la caballada. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Ya nadie se acordaba de las colas de las vacas.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><h3 style="line-height: 150%;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Johnny, la gente está muy loca</span></span></h3><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Las festividades que la victoria aplastante desató entre las huestes de Catriel y Calfulcurá fueron de una magnitud tal que las fiestas de las publicidades de Gancia, en comparación, quedarían reducidas a ingenuos pijamas parties.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> La nación que comandaba este último e incluía a todos los grupos araucanizados de la pampa quedó, luego de Sierra Chica, virtualmente dueña del terreno. Podía seguir adelante con los malones o pactar con los cristianos desde una posición muy ventajosa. Incluso podía arreglar pactos entre los cristianos y Catriel, y al mismo tiempo continuar arreando ganado para comerciar en Chile, ya que no había impedimento militar para llevarlo por la llamada "rastrillada de los chilenos".</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Por otra parte, entre los cristianos el terror aumentó aún más. Según el ingeniero francés Alfredo Ebelot, que trabajó luego en la campaña de Adolfo Alsina y Julio Roca, Mitre permaneció en Azul "absteniéndose de toda salida y permitiendo que los aborígenes se apoderaran de todas las vacas que pastoreaban en el sur y en el oeste de la provincia". Agrega que el militar vencido "se apresuró a regresar a Buenos Aires donde sonoros triunfos como tribuno resarcieron rápidamente al hombre político de los contratiempos del ministro de guerra"<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_edn5" name="_ednref5" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a>. José María Rosa coincide: "el regreso de Mitre resultó triunfal. Se disculpó con una frase histórica: 'el desierto es inconquistable'; se le agasajó con un gran banquete ofrecido por Sarmiento y su prestigio como jefe de la juventud progresista llegó a la idolatría"<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_edn6" name="_ednref6" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a>.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Sin embargo Mitre, que en la prensa disimuló el desastre, fue veraz en sus partes. En su informe al gobernador consignó que: "Para ocultar la vergüenza de nuestras armas he debido decir que la fuerza de Calfulcurá ascendía a 600, cuando ella no alcanzase a 500; así como he dicho que la división del centro no pasase de 600, aún cuando tuviese más de 900 hombres, dos piezas de artillería y 30 infantes" (...) "He dicho también que por falta de caballos, pero debo declarar a usted confidencialmente que ese día los tenía regulares" (...) Hasta ahora sabíamos que era un buen partido un cristiano contra dos indios, pero he aquí que ha habido quien ha encontrado desventajoso entre dos cristianos contra un indio"<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_edn7" name="_ednref7" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a>.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><h3 style="line-height: 150%;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Consecuencias: la frontera de Martín Fierro</span></span></h3><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Tal como afirma Alfredo Ebelot, "esta jornada de Sierra Chica no fue una derrota común", debido a que "los amigos del General Mitre no podían dejar de exagerarse a sí mismos la importancia militar de las tribus indígenas después de la ruda lección inflingida por ellas al hombre distinguido que reconocían como jefe. Como primera medida se trató con los caciques Catriel y Cachul, se les dio tierras, raciones, una paga militar, bajo condición de que prestarían su concurso contra invasiones de afuera. Comenzó a tomar forma la teoría de que sólo los indios podían tener éxito sobre los indios"<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_edn8" name="_ednref8" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a>.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Esto se tradujo en un sistema totalmente ineficiente de control de la frontera, basado en fuertes de barro sobre una línea ideal, que eran habitados por gauchos a quienes se llevaba por la fuerza y en forma totalmente arbitraria, a quienes ni se les pagaba, ni se los alimentaba ni se los vestía correctamente. De esta forma, el poder político se reservaba el derecho de utilizar para sus propios intereses o los de sus figuras regionales, a los gauchos (debían allanarse para no ser llevados por la fuerza a los fortines), y a ciertas tribus (a las que se hacía tomar parte en revueltas y revoluciones a cambio de entrega de paga y productos).</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Ebelot afirma en artículos escritos para <st1:personname productid="la Revue" w:st="on">la <i>Revue</i></st1:personname><i> des Deux Mondes</i>, que los indios pasaban esa línea: "dónde y cuando quieren. Su entrada sólo es notada –si lo es- cuando ya irremediablemente galopan hacia las estancias. Tentar alcanzarlos sería dejarse engañar por una esperanza quimérica: ellos están muy bien montados y los soldados bastante mal. Estamos reducidos a esperarlos a la salida, tratando de adivinar por cuál punto saldrán. Es un calculo de probabilidades que dá noventa contra diez de no caer en el sitio justo".</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> También nos cuenta el francés cómo la corrupción complicaba las cosas, dado que los víveres no llegaban a los indios, que entonces salían a robar para comer. La cosa era así: el estado designaba a un proveedor (siempre un favorito de la facción política de turno) de los víveres de la tribu. Este le daba al cacique sólo una parte de lo acordado, mientras que el cacique firmaba por el total, repartiéndose entre ambos la diferencia. De esta forma, el proveedor se enriquecía ilícitamente y el cacique podía mantener sus gastos elevados. El único problema era que los alimentos no llegaban a la tribu, pero lo solucionaban los indios saliendo a robar, ante la indiferencia del cacique. Según Ebelot, "el jefe de frontera conocía perfectamente estos vergonzosos negocios y los toleraba a veces por connivencia y más a menudo por no disgustar al cacique a quien la contraseña ordenaba tratar con miramiento, y al proveedor, cuya cólera era temible. En efecto, bajo la administración del General Mitre los proveedores del ejército rápidamente enriquecidos –por otra parte, se adivina, mitristas fervientes- formaban una poderosa corporación que ocupaba todas las avenidas del poder y con la cual era imprudente no contar"<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_edn9" name="_ednref9" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a>. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> En cuanto a la batalla de Sierra Chica y sus consecuencias, algunos van más allá y se permiten dudar. Dicen que tal vez Mitre no quiso ganarla. Así, José María Rosa sostiene que "por baja que fuera la moral de los soldados porteños y discutibles las condiciones militares del jefe, sólo puede atribuirse la derrota a un propósito deliberado de Mitre. Las armas de los cristianos eran superiores, sus caballos equivalentes y el número doblaba al de los borogas". Para este historiador, su derrota inició la política de los cantones. En ellos, los gauchos "que no andaban políticamente con el juez de paz, y compadritos sin padrinos en el gobierno, eran arreados sin consideración a su conducta social ni a su estado civil. Con malas armas y pésimos caballos enfrentaban a los indios. Fue, lógicamente, un matadero de criollos, presumiblemente para preparar <st1:personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</st1:personname> civilizada sin gauchos ni orilleros que anhelaban los progresistas"<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_edn10" name="_ednref10" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a>.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> O, como escribiera Domingo F. Sarmiento al mismo Mitre: "no trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos"</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> O, como concluye el mismo Rosa: "Martín Fierro no es un poema de imaginación".</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Más de un siglo y medio pasó sobre el país y sobre <st1:personname productid="la Sierra Chica" w:st="on"><st1:personname productid="la Sierra" w:st="on">la Sierra</st1:personname> Chica</st1:personname> de Olavarría. La pequeña elevación se pobló de inmigrantes que explotaron sus piedras, se enriqueció con la floreciente agricultura y también sirvió de escenario a terribles y sangrientos motines que tuvieron lugar en sus unidades carcelarias.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> En tanto, en el país fue creciendo en importancia un relato, que a todos nos enseñaron en las escuelas: intrépidos caballeros civilizadores habrían lucharon heroicamente, año a año, contra un grupo desorganizado de bárbaros desalmados que sólo querían el atraso y el oscurantismo. Y sin embargo, al revisar los archivos nos encontramos con acontecimientos similares a éste.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> ¿Tocar a nuestro concepto de la historia argentina por una batallita contra unos indios?, interrogará el lector.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><br />
</div><h3 style="line-height: 150%;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Notas</span></span></h3><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div><!--[if !supportEndnotes]--><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br clear="all" /> </span><hr align="left" size="1" width="33%" /> <!--[endif]--> <div id="edn1"> <div class="MsoEndnoteText"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_ednref1" name="_edn1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-AR"> Ebelot, Alfredo. <i>Recuerdos y relatos de la guerra de fronteras</i>, p.24.</span></span></div></div><div id="edn2"> <div class="MsoEndnoteText"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_ednref2" name="_edn2" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-AR"> Rosa, José María. <i>Historia Argentina</i>. Tomo II. p. 150.</span></span></div></div><div id="edn3"> <div class="MsoEndnoteText"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_ednref3" name="_edn3" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-AR"> Yunque, Alvaro. Calfulcurá. p. 241.</span></span></div></div><div id="edn4"> <div class="MsoEndnoteText"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_ednref4" name="_edn4" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-AR"> Archivo del General Mitre. </span></span></div></div><div id="edn5"> <div class="MsoEndnoteText"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_ednref5" name="_edn5" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-AR"> Ebelot. Op. Cit., p 25.</span></span></div></div><div id="edn6"> <div class="MsoEndnoteText"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_ednref6" name="_edn6" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-AR"> Rosa, Op. Cit. p 151.</span></span></div></div><div id="edn7"> <div class="MsoEndnoteText"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_ednref7" name="_edn7" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-AR"> Ibídem.</span></span></div></div><div id="edn8"> <div class="MsoEndnoteText"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_ednref8" name="_edn8" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-AR"> Ebelot. Op. Cit. p25.</span></span></div></div><div id="edn9"> <div class="MsoEndnoteText"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_ednref9" name="_edn9" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-AR"> Ebelot. Op. Cit. p28.</span></span></div></div><div id="edn10"> <div class="MsoEndnoteText"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/sierra%20chica.doc#_ednref10" name="_edn10" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES-AR"> Rosa. Op. Cit. p 151</span></span></div><h3><span lang="ES-AR"><o:p><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></o:p></span></h3><div class="MsoNormal"><br />
</div><h3><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Bibliografía</span></span></h3><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Archivo Mitre. Buenos Aires</span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ebelot, Alfredo. <i>Recuerdos y relatos de la guerra de fronteras</i>. Plus Ultra. Buenos Aires. 1968.</span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Rosa, José María. <i>Historia Argentina, tomo 2</i>. Claridad. Buenos Aires. 1973.</span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Yunque, Alvaro. <i>Calfulcurá. La conquista de las pampas</i>. Ediciones Zamora. Buenos Aires. 1956.</span></span></div></div></div>Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-58333303720462371912012-02-28T12:42:00.002-08:002012-03-11T20:26:28.436-07:00Índice<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Las notas del blog, por orden alfabético</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><a href="http://lugaresehistorias.blogspot.com/2012/02/laguna-kakel-huincul-en-el-partido-de.html" target="_blank">Laguna Kakel Huincul, en el partido de Maipú</a></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><a href="http://lugaresehistorias.blogspot.com/2012/02/mercado-central-quinta-los-tapiales.html" target="_blank">Mercado Central. Quinta Los Tapiales</a></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><a href="http://lugaresehistorias.blogspot.com/2012/02/mexico-524.html" target="_blank">México 524</a></span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><a href="http://lugaresehistorias.blogspot.com/2012/03/posadas-y-bioy-casares-ex-schiaffino.html" target="_blank">Posadas y Bioy Casares. La casa de los Bioy</a></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><a href="http://lugaresehistorias.blogspot.com/2012/02/sierra-chica-provincia-de-buenos-aires.html" target="_blank">Sierra Chica. La gran victoria de los Pampas</a></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><a href="http://lugaresehistorias.blogspot.com/2012/02/tratado-de-miraflores.html" target="_blank">Tratado de Miraflores</a></span> <br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span>Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-15856798236752692362012-02-28T12:20:00.004-08:002012-02-28T12:32:57.048-08:00Tratado de Miraflores<div class="MsoNormal"><div style="text-align: justify;"><b><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Texto completo de las Paces de Miraflores firmadas por el Gobernador Rodríguez con los indios </span></span></b><b><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">de la frontera de Kaquel Huincul, representados por el hacendado </span></span></b><b><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Francisco Ramos Mexía. Ver la historia de la relación entre Ramos Mexía y los indios en <i><a href="http://lugaresehistorias.blogspot.com/2012/02/laguna-kakel-huincul-en-el-partido-de.html" target="_blank">Laguna Kakel Huincul. La llave de la pampa</a></i></span></span></b></div></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">PACES DE MIRAFLORES <o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">[7 de marzo de 1820] <o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Convención estipulada entre la provincia de Buenos Aires y sus limítrofes, los caciques </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">de la frontera del sud de la misma Provincia con el objeto de cortar de raíz las presentes desavenencias ocurridas entre ambos territorios y de establecer para lo sucesivo bases firmes y estables de fraternidad y seguridad recíproca bajo los siguientes artículos: </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">1° Se reconoce á este propósito en la persona del Brigadier general D. Martín Rodríguez la representación del Gobierno y Provincia de Buenos Aires. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">2° Igual representación de los Indios reconoce este en las personas de los caciques Ancafilú, Tacuman, y Trirnin, por sí y como autorizados por públicos parlamentos en el campo de las Tolderias del Arroyo de Chapaleofú por los otros caciques Currunagüel Anquepan, Suan, Trintriloncó, Albuñé, Lincon, Huletrú, Chañaa, Calfuiyan, Tretuc, Pichilonco, Cachul, y Luiay, que no se han apersonado sino por medio de aquellos. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">3º La paz y buena armonía que de tiempo inmemorial ha reinado entre ambos territorios queda confirmada y ratificada solemnemente sin que los motivos que impulsan esta manifestación puedan perturbarla en lo sucesivo. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">4º Se declara por línea divisoria de ambas jurisdicciones el terreno que ocupan en esta frontera los hacendados, sin que en adelante pueda ningún habitante de <st1:personname productid="la Provincia" w:st="on">la Provincia</st1:personname> de Buenos Aires internarse mas al territorio de los indios. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">5º Los caciques se obligan á la devolución de las haciendas que se llevaron y existen de esta parte de la sierra, debiendo salir mañana una partida de veinte hombres á recibirlas y conducirlas hasta esta Fortaleza, donde se repartirán á sus respectivos dueños, y quedando en este mismo acto comisionado el cacique Tucumán con un lenguaraz para trasladarse á la otra parte de la sierra á recibir de aquellos caciques las que se hallen en aquella parte. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">6° Los hacendados de esta frontera, franquearán su territorio y el necesario auxilio á todos los indios que quieran venir á ellos á los comunes trabajos de nutriar y otros semejantes, con tal que entre ellos venga siempre uno encargado de evitar todo daño á los hacendados. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">7º Con la misma ocasión se compromete el Gobierno de Buenos Aires á recomendar á sus súbditos la mejor comportación con los indios en sus tránsitos comerciales. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">8º Los indios respetarán las posesiones y territorio de los hacendados del Sud, como propiedades de <st1:personname productid="la Provincia" w:st="on">la Provincia</st1:personname> de Buenos Aires, y esta la de los indios ultra de las posesiones territoriales expresadas en el art. 4º en que se demarcan los límites respectivos. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">9º Los caciques se obligan para lo sucesivo prender y entregar al comandante de la guardia mas inmediata á los desertores, ó criminales que vayan á refugiarse á sus campos. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">10º. Las partes contratantes se obligan á guardar religiosamente cuanto contienen los precedentes artículos. Y porque así, lo cumplirán, firman dos de un tenor; uno para cada una de las partes contratantes, y haciéndolo á nombre de todos los caciques el ciudadano D. Francisco Ramos Mexia en el campo de Miraflores á 7 de Marzo de 1820. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">MARTÍN RODRÍGUEZ. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Francisco Ramos Mexia. Juan Ramón </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">de Ezeiza. - A ruego, y como testigo </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="PT-BR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">de D. Domingo Lastra: José Manuel <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vidal. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">P. D. — Francisco Ramos Mexia protesta sobre el compromiso de los indios en cuanto </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">al artículo noveno por no haber estado presente en ese momento. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">[Gaceta de Buenos Aires, número del 12 de abril de 1820. Registro Nacional, Buenos </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aires 1820, t. I, p. 544. Documento Nº 1406.] </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">.-.-.-. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En: Grau, Carlos A. El fuerte 25 de Mayo, en Cruz de Guerra. <st1:personname productid="La Plata" w:st="on">La Plata</st1:personname>, 1949. </span></span></div></div>Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-3903664891789221332012-02-20T08:28:00.004-08:002012-10-01T10:53:17.495-07:00Laguna Kakel Huincul, en el partido de Maipú<h1>
<span lang="ES-AR" style="color: navy;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La llave de la pampa<o:p></o:p></span></span></h1>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<h3 style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy es una laguna que se ve al costado de la ruta 2 cerca del peaje de Maipú, a la izquierda según se va a Mar del Plata, a veces prestigiosa y a veces despreciada por los pescadores. Pero allá por 1820 sus proximidades fueron la llave de las riquezas más importantes del país. En ella y por ella se pelearon Rosas, el gobernador Martín Rodríguez, las tribus llamadas pampas y el singular ganadero adventista Francisco Hermógenes Ramos Mexía. Allí se firmó el famoso tratado de <a href="http://lugaresehistorias.blogspot.com/2012/02/tratado-de-miraflores.html" target="_blank">paz de Miraflores</a>, cuya violación por Martín Rodríguez, también allí mismo, iba a desatar la sanguinaria guerra de exterminio entre indios y huincas que finalizaría recién con las campañas de Alsina y Roca.<o:p></o:p></span></span></h3>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Enero de 1821. Francisco Ramos Mexía se dirige al campamento de las fuerzas del gobernador Martín Rodríguez, cerca de su estancia Miraflores, en las orillas de la laguna de Kakel Huincul.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Rodríguez está de regreso de su fallida campaña contra los pampas y ha querido vengarse atacando a los pacíficos indios que trabajan en la estancia de Ramos Mexía. Aquellos han intentado defenderse, pero el estanciero los ha desalentado prometiéndoles conseguir su libertad.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Para eso va a entrevistarse con Rodríguez. Pero al llegar al campamento el panorama que encuentra cambiará su vida, como también las futuras relaciones entre cristianos e indios: más de ochenta de sus colaboradores pampas han sido asesinados y sus cuerpos están esparcidos por el campo. El gobernador no le dá explicaciones, salvo que todos han intentado escapar. En cambio, lo hace prisionero y lo mantiene recluído bajo arresto domiciliario en su chacra de Los Tapiales. Para Ramos es el trágico fin de su proyecto; una estancia en territorio pampa, en tierras adquiridas a las tribus, y produciendo en condiciones de paz y amistad. Para el país, es el comienzo de una sangrienta guerra que durará más de medio siglo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<h3>
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La historia de Ramos</span></span></h3>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Francisco Hermógenes Ramos Mexía (Pancho Ramos lo llamaban los indios), había nacido en Buenos Aires en 1773, y estudiado en Chuquisaca, donde había cursado sus estudios de Filosofía, Teología, Lógica y Leyes junto con, entre otros, Manuel Belgrano, Juan José Castelli y Mariano Moreno. Al retornar al Plata le compró a Altolaguirre la <a href="http://lugaresehistorias.blogspot.com.ar/2012/02/mercado-central-quinta-los-tapiales.html" target="_blank">chacra de Los Tapiales</a>, que hoy día da nombre a una localidad del partido de <st1:personname productid="La Matanza" w:st="on">La Matanza</st1:personname> y se encuentra dentro del predio del Mercado Central de Buenos Aires. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Pero a finales de la década de 1810, luego de la revolución de mayo, con la que simpatizó, Ramos Mexía decidió establecer una estancia más allá de la frontera con el indio, que en esos años estaba a la altura del Río Salado, vigilado por el fuerte de Chascomús. Con ese objetivo se trasladó a unos doscientos setenta kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, en un viaje de una semana, para parlamentar con los pobladores indígenas del lugar. Con él iba el gaucho veterano de las guerras de independencia y baqueano, José Luis Molina, que sería luego su capataz. En el parlamento Ramos les dijo a los pampas que tenía intención de comprar la tierra al gobierno y a ellos mismos, si es que estaban de acuerdo; que si ellos lo consentían él se establecería allí con su familia; que las tolderías que estaban en su propiedad podían permanecer y que enseñaría a quienes estuvieran interesados, trabajos que él había aprendido. Los pobladores del lugar estuvieron de acuerdo, y entonces Ramos Mexía fue en busca de su familia y fundó la estancia que llamó Miraflores, en recuerdo de una propiedad que había tenido en Chuquisaca.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> La cosa funcionó. Muchos indios trabajaron para él en su establecimiento y muchos aceptaron su catecismo, que era una herejía para la época, y que indios y gauchos llamaban la "ley de Ramos". Esta se basaba en una interpretación de <st1:personname productid="la Biblia" w:st="on">la Biblia</st1:personname>, según la cual Jesucristo iba a retornar a nuestro mundo, literalmente, para producir la salvación y la resurrección de los muertos. También prohibía el trabajo los sábados, que se consideraba el séptimo día, por lo tanto, de descanso.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Por estas particularidades, muchos lo consideraron un filántropo, otros un hereje, otros un pionero puritano, a la manera de los norteamericanos, pero también es cierto que detrás de todo esto existía un buen negocio.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Y es que estos campos próximos a la laguna de Kakel Huincul, eran considerados clave para la expansión de los ganaderos bonaerenses por varias razones. Entre ellas, que era fuente de agua en el camino desde Buenos Aires a la sierra de los Padres; que poseía excelentes campos para pastoreo de caballada y engorde de ganado; que desde allí podía tomarse hacia las Salinas Grandes, en el sur de <st1:personname productid="La Pampa" w:st="on">La Pampa</st1:personname>, de donde se obtenía la sal que utilizaba la principal industria bonaerense, la de los saladeros de carne; que si se estaba en buenas relaciones con las tribus del lugar podía obtenerse mano de obra barata y que tal vez aún se encontrasen por la zona manadas de ganado cimarrón de las que apropiarse. Kakel Huincul se ha traducido del araucano como Loma Solitaria, pero también como Loma Atravesada, lo que hace pensar que lo estaba en relación a un camino existente.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por todo esto, Ramos Mexía no era el único estanciero de la región: otros hacendados, amigos de Juan Manuel de Rosas (y el mismo Rosas), tenían estancias en las proximidades y empleaban indios en ellas. Cabe destacar que tanto éste como Ramos, si bien por distintos caminos intelectuales, habían llegado a la conclusión de que el progreso del sur de Buenos Aires tenía que llegar de la mano de la paz con los primitivos habitantes del lugar. Las disputas eran por los límites entre propiedades y por el ganado, y Rosas más de una vez utilizó su influencia para combatir las pretensiones de Ramos a nuevas tierras, acusándolo de complicidad con los indios.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES-AR"> Sin embargo, gracias a la muy buena relación que Ramos Mexía tenía con los pampas pudo celebrarse, el 7 de marzo de 1820, el Tratado de Miraflores, entre éstos, representados por el hacendado, y el gobierno de Buenos Aires, por el cual firmó Martín Rodríguez. Este tratado se proponía establecer </span><span lang="ES-AR">"bases firmes y estables de fraternidad y seguridad recíprocas".<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<h3>
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La crisis de 1820</span></span></h3>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Pero esta paz se iba a ver perturbada por episodios de la guerra civil de ese año tan convulsionado que fue 1820.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Se asistía a la caída del Directorio como forma de gobierno del país, al aislamiento de las provincias y su difícil relación con la de Buenos Aires, que era la más interesada en aislarse y disfrutar con exclusividad de las riquezas del comercio portuario y su aduana. En este contexto se desarrollaban los enfrentamientos de Buenos Aires contra las provincias litorales, unidas en <st1:personname productid="la Liga" w:st="on">la Liga</st1:personname> de los Pueblos Libres liderada por Artigas. Pero los porteños iban a sostener la táctica de firmar tratados parciales, dividiendo a los artiguistas: primero lo hacen con el supremo entrerriano, Pancho Ramírez, armándolo de paso para que enfrente a Artigas, y luego repiten la maniobra con el santafesino López, ayudándolo a enfrentar a Ramírez.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La paz con Estanislao López se estipuló en el Tratado de Benegas, que puso al supremo entrerriano y a su aliado, el chileno José Miguel Carrera, en pie de guerra. Este último fue quien condujo a tribus de ranqueles en sangrientos malones contra Lobos y Salto.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> El problema fue que el gobernador Martín Rodríguez no quiso distinguir entre los ranqueles y las etnías pampas. Jurando venganza contra Carrera, a quien en una proclama llamó "furia abortada por el infierno", atacó a los indios del sur, pese a que Rosas le aseguró que los responsables del malón eran ranqueles y que no era conveniente atacar a los pampas. Rodríguez fue desde Kakel Huincul a Tandil, pero el desierto y las tribus lo derrotaron. Según algunos autores, Rosas aprovechó esta expedición punitiva para perjudicar a Ramos Mexía, con quien disputaba territorios. Lo cierto es que el futuro "restaurador de las leyes", desde este episodio se distanció de la facción unitaria de Martín Rodríguez, a quien en un principio había apoyado.<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/Laguna%20Kakel%20Huincul.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">[1]</span></span></span></a></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Al volver el gobernador de su fallida expedición, en enero de 1821, se produjo el hecho que se cuenta al comienzo. Arrasó la estancia de Miraflores, matando a los indios y llevando prisionero a Ramos Mexía. Lo acusaba de haber dado "pruebas muy estrechas de amistad con los salvajes".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<h3>
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Epílogo</span></span></h3>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> <b>Francisco Hermógenes Ramos Mexía</b> murió en su chacra de Los Tapiales, en 1828. Un año antes le a habían restituido parte de sus propiedades de la estancia Miraflores, Pero no llegó nunca a volver allí. Una epidemia se llevó ese <st1:metricconverter productid="1827 a" w:st="on">1827 a</st1:metricconverter> dos de sus hijos, y él mismo murió al año siguiente por la misma causa.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> <b>Juan Manuel de Rosas</b> se distanció de Martín Rodríguez luego del ataque que el gobernador hiciera a los pampas. Sus estancias resultaron arrasadas por los malones con que éstos reaccionaron. Con esta ruptura, comienza a erigirse en líder político con peso propio. En su carta de renuncia le advierte premonitoriamente a Rodríguez: "Usted aún no me conoce, en vano le parece que sí". Agarrate Catalina, diría mi abuela.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> El capataz de Ramos, el gaucho <b>José Luis Molina</b>, se puso al frente de dos mil lanzas pampas y arrasó las poblaciones del sur del Salado, llevándose 150.000 cabezas de ganado y numerosos cautivos. Junto con los caciques Ancafilú y Anepan, rehusó negociar, argumentando que el gobierno no cumplía con los pactos. Alvaro Yunque afirma que en la guerra contra Brasil este baqueano logró vencer a "500 brasileños, mediante el incendio de pajonales, con sólo 21 gauchos".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Por su parte, el hacendado y gobernador <b>Martín Rodríguez</b> seguirá intentando vanamente la venganza, mientras deja el gobierno en manos de su ministro Bernardino Rivadavia. Logra llegar a Tandil y a Bahía Blanca, pero militarmente vuelve a fracasar. Su conclusión, luego de todas sus desventuras, es que la experiencia "nos guía al convencimiento que la guerra con ellos debe llevarse hasta el exterminio".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> En cuanto a la relación entre blancos e indios, estos episodios, que minaron la credibilidad de los pactos, marcan el inicio de una guerra a muerte que iba a durar hasta 1879, cuando adelantos tecnológicos como el telégrafo y el fusil Remington la decidieron en contra de las tribus de la pampa, durante las campañas de Alsina y Roca.</span></span></div>
<h3>
<span lang="ES-AR"><o:p><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></o:p></span></h3>
<h3>
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fuentes</span></span></h3>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES-AR">Justo, Liborio. 1962. <i>Pampas y lanzas</i>. </span><span lang="PT-BR">Palestra. Buenos Aires.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sánchez, Gabriela. 2007. <i>Francisco Ramos Mexía y la conformación de la estancia Miraflores.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">en VI Jornadas de Arqueología e Historia de las regiones Pampeana y Patagónica. Mar del <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: 10pt;">Plata. Disponible en la web: </span><span lang="ES-AR"><a href="http://www.ladobled.com.ar/fundamentales/francisco.pdf">http://www.ladobled.com.ar/fundamentales/francisco.pdf</a></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ramos Mejía, Enrique. 1988. <i>Los Ramos Mejía</i>. Emece. Buenos Aires.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Rosa, José María. 1973. <i>Historia Argentina, tomo 2</i>. Claridad. Buenos Aires.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Yunque, Alvaro. 1956. <i>Calfulcurá. La conquista de las pampas</i>. Ediciones Zamora. Buenos Aires.</span></span></div>
<div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br clear="all" /> </span><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Luis/Mis%20documentos/LUCHO/WRITER/proyecto%20weblog/Laguna%20Kakel%20Huincul.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size: 10pt;">[1]</span></span></span></span></a><span lang="ES-AR"> En este singular año de 1820, Rosas aparece como defensor de los unitarios, y el general Paz con una postura federal al participar en la sublevación de Arequito, por la cual los oficiales del ejército del Norte se negaron a tomar parte en la guerra contra <st1:personname productid="la Liga" w:st="on">la Liga</st1:personname> de los Pueblos Libres de Artigas.</span></span></div>
</div>
</div>
Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-60822712210620185062012-02-19T12:48:00.002-08:002012-02-20T16:31:49.998-08:00México 524<br />
<h1>
<span lang="ES-AR" style="color: navy;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Casa José Hernández. El hogar de
Felicitas<o:p></o:p></span></span></h1>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<h3 style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La
casa de <st1:personname productid="la Sociedad Argentina" w:st="on"><st1:personname productid="la Sociedad" w:st="on">la Sociedad</st1:personname> Argentina</st1:personname>
de Escritores se puede visitar en México
524; fue donde nació y fue velada
Felicitas Guerrero tras su trágica
muerte. También es un exponente notable de la arquitectura italiana de mediados
de siglo XIX en Buenos Aires.<o:p></o:p></span></span></h3>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A veces me
pregunto si los guías de turismo que afirmamos que Samuel Sáenz Valiente era el
gran amor de la vida de Felicitas Guerrero, sabemos al menos quién es el gran
amor de la vida de nuestras actuales parejas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero en fin,
siempre se cuenta esta historia más o menos así: Felicitas Guerrero era, allá
por los años 70 del siglo XIX, tal vez la viuda más codiciada de Buenos Aires.
Se dice que era hermosa, pero lo seguro es que era rica. La habían casado a los 16 años con Martín de
Álzaga, un próspero comerciante y
estanciero, nieto de su homónimo que había sido ejecutado en 1812 acusado de
conspirador contra el gobierno patriota. Juntos habían tenido un hijo que murió antes de cumplir tres años, y luego
otro, que murió en el parto. Estas penurias terminaron también con la vida de Álzaga,
en 1870. Entonces, las murmuraciones de la gran aldea hablaron de una relación amorosa, epistolar y
romántica, entre la viuda y su pretendiente Enrique Ocampo. En todo caso, este
amor estaba destinado al desencuentro: el muchacho marchó a Europa tentado por un negocio, que no
resultó rentable, y Felicitas, debido a la epidemia de fiebre amarilla de 1871,
dejó Buenos Aires para refugiarse en una de sus estancias. Fue allí que se
relacionó con un afortunado vecino: Samuel Sáenz Valiente, también rico y
estanciero, con quien decidió contraer matrimonio. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al regresar
Ocampo de Europa, pretendió imponer su amor romántico (el romanticismo estaba
de moda en esa época) por sobre el conveniente amor a primera vista de
Felicitas y Sáenz Valiente. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Así es que el
despechado enamorado la visita una noche
en que Felicitas iba a celebrar una fiesta en su residencia de Barracas; se
entrevista a solas con ella, y al verse rechazado, saca un revólver y le
dispara, provocándole la muerte. Luego se suicida, o familiares de Felicitas lo
matan y declaran que se suicida. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Como se sabe,
esto ocurrió en Barracas, y la familia Guerrero erigió en memoria de Felicitas
una iglesia, que con los años iba a provocar comentarios sobre apariciones
fantasmales. No es tan conocido que la protagonista de la trágica historia
nació, vivió sus primeros años y también fue velada en esta casa de la calle México, que además se conserva en
perfecto estado.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Arquitectónicamente,
la casa es de disposición medio pompeyana, con dos patios, que por un lado
presentan una medianera y por el otro los accesos a las distintas habitaciones,
dispuestas en dos pisos. El primer patio y las habitaciones adyacentes están
actualmente utilizados por un restaurante. En su centro existe uno de los
aljibes más antiguos de los que aún pueden encontrarse en Buenos Aires. Las
paredes de una de las habitaciones del restaurante están ocultadas por los
estantes con libros pertenecientes a la biblioteca de <st1:personname productid="la Sociedad Argentina" w:st="on"><st1:personname productid="la Sociedad" w:st="on">la Sociedad</st1:personname> Argentina</st1:personname>
de Escritores, que junto con el piano dan una estupenda ambientación a la sala.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al fondo, tras
el segundo patio, se encuentra la oficina de <st1:personname productid="la SADE" w:st="on">la SADE</st1:personname>, en la que se desarrollan distintas
actividades sociales y culturales.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El aspecto
actual de la casa, con su fachada neoclásica realizada por albañiles italianos,
con sus pilastras, arcos de medio punto y rejas, es de 1850. Es decir que
constituye uno de los ejemplos de las primeras edificaciones de este tipo,
todavía en los tiempos del gobierno de Rosas en Buenos Aires. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En cuanto a la
relación de la casa, llamada José Hernández, con el creador de Martín Fierro,
no tenemos datos precisos. Inicialmente diremos que no fue vivienda del
escritor y político, quien por muchos años no residió en Buenos Aires. Es
sabido que su libro más importante lo escribió, o lo terminó, en una habitación
del Hotel Argentino, frente a Plaza de Mayo. También que las ganancias que su
publicación le proporcionó, junto con otros negocios vinculados a la compra y
venta de campos, le permitió posteriormente comprarse una quinta en Belgrano,
sobre la calle que hoy lleva su nombre. Sus propiedad allí estaba delimitada
por las actuales Olleros, Cabildo, José
Hernández y Luis María Campos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es posible, sin embargo,
que en alguna ocasión haya sido propiedad del escritor y utilizada con fines de
renta. Porque es cierto que, como muchas de estas casas de familias
distinguidas, por ejemplo, la de Ezeiza, en la calle Defensa, ésta también fue
utilizada como conventillo a fines del siglo XIX y principios del XX.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En definitiva,
esta residencia, a media cuadra del edificio de
la vieja Biblioteca Nacional, es
una posibilidad para los porteños y turistas de encontrarse con nuestra
historia, nuestras leyendas y nuestra literatura.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fuentes:</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Gálvez, Manuel;
1945. <i>José Hernández</i>. Editorial <st1:personname productid="La Universidad. Buenos" w:st="on"><st1:personname productid="La Universidad." w:st="on">La Universidad.</st1:personname> Buenos</st1:personname>
Aires.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Giménez Vega;
Elías. 1961. <i>Vida de Martín Fierro</i>.
Peña Lillo. Buenos Aires</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Kiernan, Sergio.
2004. <st1:personname productid="la SADE" w:st="on"><i>La SADE</i></st1:personname><i> en
plateado</i>, en Página 12. sábado 29 de mayo de 2004. Disponible en <a href="http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/m2/10-463-2004-05-29.html">http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/m2/10-463-2004-05-29.html</a></span></span></div>Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-761603474625719073.post-51235903878981650002012-02-19T12:45:00.000-08:002013-09-06T14:16:04.213-07:00Mercado Central. Chacra Los Tapiales<span style="color: navy;"><br /></span>
<span style="color: navy;"><span style="font-size: large;">El progreso, entre la guerra civil y
los malones.</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<h3 style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;">Dentro
del predio del Mercado Central de Buenos Aires, se encuentra el casco de la que
fuera la chacra Los Tapiales. Es Monumento Histórico Nacional, perteneció al
estanciero y agrónomo pionero Martín de Altolaguirre y luego a Francisco Ramos
Mexía, un personaje singular que a principios del siglo XIX creía que había que
tratar bien a los gauchos y a los indios. Así le fue.<o:p></o:p></span></h3>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"> Saliendo de <st1:personname productid="la Ciudad" w:st="on">la Ciudad</st1:personname> de Buenos Aires,
apenas se pasa el peaje de <st1:personname productid="la Autopista Ricchieri" w:st="on"><st1:personname productid="la Autopista" w:st="on">la Autopista</st1:personname>
Ricchieri</st1:personname>, puede verse a la izquierda el Mercado Central de
Buenos Aires. Es el punto concentrador, principalmente de frutas y hortalizas,
que abastece a gran parte de los 13 millones de habitantes de su área metropolitana . No es tan conocida la
existencia, dentro de su predio, del casco de la chacra Los Tapiales, que le da
nombre a la localidad y que constituyó uno de los sitios más importantes de la
campaña próxima a la ciudad, en las convulsionadas primeras décadas del siglo
XIX.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"> La propiedad, cuyo nombre se debe al
cerco que tenía, hecho de tierra apisonada y tunas (el alambrado llegó a estas
tierras en la década de 1840), perteneció desde fines de siglo XIX a Martín
José Altolaguirre, agrónomo pionero de las tierras bonaerenses, amigo y
colaborador de Manuel Belgrano. En su propiedad de <st1:personname productid="La Recoleta" w:st="on">La Recoleta</st1:personname>, cerca del
convento de los monjes franciscanos, plantó árboles que aún perduran, como los
ficus cercanos al cementerio y frente a la confitería <st1:personname productid="La Biela. Tambi←n" w:st="on"><st1:personname productid="La Biela." w:st="on">La Biela.</st1:personname> También</st1:personname> fue el introductor
y primer cultivador de cáñamo y lino. En Los Tapiales se dice que plantó
cientos de miles de árboles, entre ellos, olivares y nogales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"> Finalmente, en 1808, apremiado por
necesidades económicas, Altolaguirre vendió esta propiedad a Francisco Hermógenes
Ramos Mexía, que se estableció allí con su esposa al volver de Chuquisaca, donde
había cursado sus estudios de Filosofía, Teología, Lógica y Leyes , y donde estudiaron,
en la misma época, entre otros Manuel Belgrano, Juan José Castelli y Mariano Moreno.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"> Pero Ramos Mexía no se conformó con
esta vida, y tal vez para poner en práctica ideas religiosas y filosóficas, se
traslado en 1811 hasta más allá de la frontera con el indio, y cruzando el río
Salado, mucho más allá del último fuerte, que estaba en Chascomús, se
estableció junto a la laguna Kakel Huincul, en el actual partido de Maipú,
provincia de Buenos Aires. La particularidad del caso fue que Pancho Ramos,
como lo llamaban los indios, no sólo adquirió las tierras al estado, sino que
también se la compró a los habitantes del lugar, que pertenecían a grupos
entonces llamados pampas. Allí además les ofreció trabajo a quienes quisieran,
y se ganó el respeto de todas las tribus del sur de la provincia. El negocio no
era malo, por cuanto al sur del Salado, y teniendo a los indios de aliados,
todavía podía encontrarse ganado cimarrón, que podía ser conducido a Los
Tapiales, o vendido a saladeristas. La cosa funcionaba, y en 1820, Ramos Mexía
logró mediar entre las tribus y el gobierno de Buenos Aires para suscribir el
Tratado de Miraflores, mediante el cual la provincia hacía la paz con los pampas, intentando así eliminar un foco de
conflicto para centrarse en su defensa ante los ataques de Entre Ríos y Santa
Fé.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"> Sin embargo, las diferencias
políticas entre las provincias iba a perjudicar a los indios del sur: mediante
el Tratado de Benegas, la provincia de Santa Fé pactaba la paz con Buenos
Aires, dejando de lado a Entre Ríos. Esto hizo que el gobernador Francisco Ramírez (el Supremo
Entrerriano) y su aliado, el chileno José Miguel Carrera, establecieran la
guerra contra ambas. El último (antiguo Director Supremo de Chile, que buscaba
hacerse fuerte en Argentina para derrocar a O´Higgins), junto con un grupo de
chilenos, comandó a los ranqueles en
violentos malones contra las ciudades de Lobos y Salto. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"> Sin comprender la diferencia entre
ranqueles y pampas, el gobernador de Buenos Aires, Martín Rodríguez, intentó
reprimir a estos últimos, pese a que Rosas le había advertido del error. Cruzó
el Salado el 4 de enero de 1821 y atacó a los pampas que tenían sus tolderías
junto al arroyo Chapaleufú, pero no le fue nada bien. Algo contrariado, no de
muy buen humor, más bien hirviendo de ira, en su retorno apresó a los pacíficos
indios de la estancia Miraflores, acusándolos injustamente de espionaje. Ramos
Mexía aseguró a los indios que serían bien tratados, pero se equivocaba, y
cuando al otro día se dirigía al campamento de Rodríguez para pedirle que los
liberara, encontró que unos 80 habían sido degollados (ver nota sobre Kakel
Huincul).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"> Ya no le permitieron volver, y
terminaría sus días recluido en Los Tapiales. En cuanto a las tribus pampas,
entonces sí se sumaron a los malones,
declarando, junto con los ranqueles, la guerra a los "huincas".
Incluso el capataz de la estancia Miraflores, el gaucho José Luis Molina, héroe
de las batallas de Tucumán y Salta, se puso al frente de algunas tribus y encabezó malones
en el sur de la provincia. Por su parte, Francisco Ramos Mexía iba a morir en la
chacra de Los Tapiales, donde permaneció recluído, en el año 1828.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Hasta aquí la
historia. La leyenda cuenta que luego de su muerte, el cuerpo de Pancho Ramos
fue rescatado por los pampas y que realmente descansa en los pagos de su
estancia Miraflores, junto a la laguna <a href="http://lugaresehistorias.blogspot.com.ar/2012/02/laguna-kakel-huincul-en-el-partido-de.html" target="_blank">Kakel Huincul.</a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"> Un año después, en 1829, el general
Lavalle, vencido, permaneció en Los Tapiales un tiempo y desde allí salió al
encuentro de Rosas en la estancia <st1:personname productid="La Caledonia" w:st="on">La Caledonia</st1:personname>, en la que se firmó el Pacto de
Cañuelas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"> El edificio que puede verse dentro
del Mercado Central fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1942. Su
tipología responde al casco de estancia bonaerense. Tiene dos plantas con
mirador, veintiún dormitorios, diez baños y dependencia para el personal de
servicio. Si bien sirvió de escenario para películas e incluso albergó al Papa
Juan Pablo II cuando en 1987 realizó allí una misa de campaña, hoy día, el casco
de Los Tapiales no puede visitarse por
dentro, pero exteriormente puede verlo todo el que se llegue hasta el Mercado
Central de Buenos Aires.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR">Fuentes:<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Justo, Liborio.
1962. <i>Pampas y lanzas</i>. Palestra.
Buenos Aires.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Newton, Jorge.
1972. <i>Diccionario biográfico del campo
argentino</i>. Edición del autor. Buenos Aires.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Ramos Mejía,
Enrique. 1988. <i>Los Ramos Mejía</i>.
Emece. Buenos Aires.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Rosa, José
María. 1973. <i>Historia Argentina, tomo 2</i>.
Claridad. Buenos Aires</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Secretaría de
Cultura de <st1:personname productid="la Nacin." w:st="on">la Nación.</st1:personname>
1996. <i>Monumentos Históricos de <st1:personname productid="la Repblica Argentina." w:st="on"><st1:personname productid="la Repblica" w:st="on">la República</st1:personname> Argentina.</st1:personname>
</i>Buenos Aires.</span></div>
Luis Gentilehttp://www.blogger.com/profile/14946973115764558884noreply@blogger.com4